EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Aprendizajes

Diálogo

YAMIL DARWICH

Las elecciones del 2017 dejan nuevos aprendizajes que, por desgracia, mucho me temo no habremos de asimilar… otra vez.

De entre todos, el grave deterioro que vive el sistema político que vivimos, donde aparecen personajes de carcajada que dedican sus esfuerzos a ofender, denigrar, agredir, amenazar, insultar, demeritar, enjuiciar, violentar social y anímicamente a sus contrincantes y de paso estigmatizarlos, marcando ofensivamente a sus familiares.

De presentar proyectos y planes de trabajo serios: nada; en el mejor de los casos, simples declaraciones demagógicas de propuesta y respuestas dadas ante el clamor popular, muchas de ellas sentidas como difíciles o imposibles de cumplir por la generalidad.

Todos -quizá existan algunas honrosas excepciones- muestran poco de reconocer la grave responsabilidad que tienen para con sus conciudadanos, al menos atendiendo lo mínimo de las necesidades sociales, casos de la inseguridad y el trabajo.

"Hablar de más", prohibido por sus asesores; no deben tocar temas de carencias y mucho menos comprometerse realmente con sus comunidades, a menos que las asociaciones civiles les hagan "manita de puerco" como está sucediendo en Coahuila.

Declaraciones sobre romper con la corrupción o combatir la inseguridad siempre son superficiales, sin mostrar conocimiento sólido de la realidad y las posibilidades de encontrar soluciones; prefieren ser evasivos con el método infalible de generalizar.

En las elecciones de los últimos tiempos, la vaciedad de contenidos y la pobre imagen personal, sin reconocimiento de honestidad, han sido las características definitorias de aquellos que buscan ganar la elección, más como "modus vivendi" que oportunidad de servir a sus electores. Al escribir el párrafo, imaginé qué pensarán los politiqueros: - pero …¿qué locuras (pen…tontadas) estás escribiendo?"-.

El aprendizaje está en el análisis y la comprensión de lo que realmente sucede; ¿quién y por qué ganó?, para darnos cuenta de nuestros fallos y la responsabilidad de trabajar para corregir deficiencias en ejercicio de la democracia.

De nuevo se confirma la debilidad de las instituciones, integradas y dirigidas por débiles e incapaces, otros ladrones y abusadores, quienes cada día son menos eficientes para lograr los objetivos.

Los partidos políticos han dejado de ser los representantes y defensores de principios filosóficos e ideales de quienes los crearon y es porque prácticamente no quedan pensadores honestos, cultos y promotores del bien común; políticos que soñaron con ejercer la profesión con dignidad y buscando trascender. ¡Cómo se extrañan los Maquíos y Reyes Heroles!

Hoy día se mezcla la izquierda con la derecha y luego los politiqueros cambian de postura ideológica -¿ideológica?- ofreciendo sus apoyos -votos cautivos y hasta manipuladores electorales- a cambio de puestos de poder; en el camino pisotean las plataformas políticas para lo que fueron creadas por aquellos políticos soñadores y algunos oportunistas que en su momento les rodeaban.

Los grupos empresariales, sin usar las herramientas que poseen para defender a la comunidad, declaran y luchan buscando democracia transparente; ese clamor, los politiqueros lo desgastan alargando el tiempo y buscando corromper. Esperemos que las firmas de compromiso arrancadas por la fuerza a los candidatos a gobernador en Coahuila, ahora sean las exigencias de cumplimiento. ¿Serán capaces?

Las manifestaciones masivas y públicas evidencian el fin de los tiempos de corrupción descarada y de la ineficiencia política "conveniente".

La Sociedad Civil distanciada: los pobres recibiendo dádivas, cochupos que intercambian por votos ante el temor de ser señalados por líderes de manzana o colonia y sufrir las consecuencias. Una persona humilde, al preguntarle por quién votaría me contestó: - "yo quiero votar por …, pero mi barrio es de … partido y tengo miedo". ¡Inaceptable!

Los clase-medieros -minoría- buscando el cambio, no por nada son la base laboral y productiva- dividiendo su voto entre múltiples opciones creadas artificialmente, consecuentemente disminuyendo sus posibilidades de éxito electoral.

Los ciudadanos de mayores recursos divididos en dos grandes grupos: aquellos que quieren el cambio por las penurias económicas provocadas en sus empresas o profesiones y los que no lo desean, por formar parte de la maquinaria del poder.

Las instituciones religiosas aletargadas, "viendo de lejitos" para evitar caer en el torbellino social, nulificándose por sí mismas.

Habrá que felicitar a los votantes que alcanzaron cifras récord, hasta del 70 % del padrón electoral; aunque queda mucho por cambiar: participar en la vida política a través de las organizaciones sociales y no gubernamentales; tener una actitud proactiva y propositiva ante los elegidos y, dado el caso, exigirles cumplan con su cometido. Recuerde: son nuestros servidores.

Informarnos de quién es quién y encontrar formas de eliminar la desinformación que nos llega por diferentes medios, que confunde.

El aprendizaje es grande y el avance en ejercicio democrático importante, pero aún nos queda mucho por hacer, luchando contra los que nos quitan nuestros derechos y quienes están confabulados contra México.

Le invito a aceptar nuestra responsabilidad y nos sumemos al esfuerzo común. ¿Acepta?

[email protected]

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Diálogo

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1350847

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx