Cuando tengamos la necesidad de hacer un análisis del presente proceso electoral, un elemento a considerar será la participación ciudadana en la promoción del voto. Por razones que no conocemos el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) declinó de facto su tarea de invitar a participar en la jornada electoral, ¿está a favor del voto duro?
Con un IEC que es símbolo de las instituciones gubernamentales agotadas, un sector de la ciudadanía tomó la iniciativa de influir directamente en las mayorías invitándolas a votar. Excelente, por varias razones: por la organización que supone, porque demuestra un sector activo, porque es claro que en ellos no hay indiferencia, por los nuevos vínculos que generan estos movimientos.
"No sin las instituciones". Les he oído y leído afirmar a varios de los que participan en las distintas campañas ciudadanas para incentivar el voto. Entonces, ¿por qué no se exigió que el IEC realizara cabalmente esta tarea?, si éste es el órgano neutral, el árbitro de las elecciones, ¿no era ese el mejor espacio para promover de forma neutral, desde la ciudadanía, el voto?
Algunos de los argumentos que ofrecen para invitar a votar son los errores de las actuales administraciones estatales y municipales. En las limitaciones que señalan en lo estatal no hay espacio para la duda, son atribuibles al PRI. En el ámbito municipal, las críticas que se lanzan como señal de hartazgo son atribuibles tanto a administraciones del PAN como del PRI.
Así, el llamado a votar, porque no somos iguales, porque estamos hartos, porque no más corrupción, no más compadrazgo, no más enriquecimiento de los políticos, porque queremos un cambio, etc. Se hace difuso, ya que se puede aplicar a cualquiera de los partidos y candidatos que están actualmente en campaña. Los valores que promueven en la invitación a votar no se constan en ninguna de las opciones que estarán en la boleta electoral el próximo cuatro de junio.
Algunos incentivan el voto como una opción para transformar los males que nos aquejan. Tienen un punto más de claridad cuando dirigen su invitación a seis de los siete candidatos a gobernador de Coahuila, excluyendo al del PRI. Es más directa la invitación cuando se menciona la megadeuda o cuando se afirma que el abstencionismo favorece al partido de siempre, sin embargo, ¿por qué no piden abiertamente el voto para el PAN?
¿Cuál es el problema de que los asocien con ese partido? ¿Por qué no decir claramente que para ellos la opción que en este momento consideran necesaria es Guillermo Anaya o Guadiana? ¿Es necesario estar afiliado a un partido para que el ciudadano apoye a dicho partido? Cobra sentido de transparencia la camioneta del año que porta la publicidad del PRI o las lonas, en casas ubicadas en colonias residenciales, de apoyo al partido de siempre.
¿Y si un meme tiene mayor influencia de cambio de paradigma democrático que un voto?
Twitter: @davidsecular
