Tristeza. Para doña Amelia, en este día no hay nada que celebrar; su hijo desapareció en el 2009. (GUADALUPE MIRANDA)
En un instante, la familia de Amelia Ramos se fracturó. Fue en el 2008 cuando su esposo Javier Burciaga y su yerno José Francisco Juárez, desaparecieron y al año siguiente su hijo Luis Carlos Burciaga. Aunque ya han pasado casi ocho años, su búsqueda es incansable, así como su esperanza por encontrarlos, pues su corazón les dice que aún siguen con vida.
Hoy diez de mayo, Día de la Madre, dice que "no hay nada que festejar". Aunque tiene otros tres hijos, ellos también se han unido al reclamo que hacen a las autoridades ante los nulos resultados de su búsqueda, por lo que han olvidado el festejo.
Doña Amelia, de rostro cansado y con una mirada triste, cuenta que fue el 26 de octubre del 2008 en el municipio de Matamoros, Coahuila, cuando su esposo y el esposo de su hija desaparecieron.
Recuerda que su hija y su esposo en aquella ocasión, como cada domingo, llegaron a casa de visita. Su yerno se encontraba a las afueras de la casa en espera de su esposa.
De pronto, un ruido rompió el silencio de las calles. Amelia se asomó por la venta y le dijo a su esposo "están golpeando a un muchacho, por lo que se levantó del sillón y quiso salir de casa, lo que impidieron por seguridad. Optó por subir a la azotea para ver lo que estaba pasando. Los agresores se vieron descubiertos por lo que entraron a su casa.
"Gritaron, 'nos están vigilando' y se vinieron a la casa, tumbaron la puerta para poder entrar. Subieron a la azotea por él", recuerda doña Amelia.
Lo mismo sucedió con su yerno, quien pidió esperar porque sus tres hijos estaban dentro de casa.
Ese fue el último día que doña Amelia Ramos vio a su esposo y a su yerno.
Cuando trataban de reponerse de ese duro golpe, vino uno más duro. Al año siguiente, en el mismo mes de octubre del 2009, su hijo Luis Carlos desapareció cuando se dirigía al trabajo en Torreón, al que nunca llegó, pues no abordó el camión de personal.
Desde entonces su búsqueda no ha cesado.
"Las autoridades no dicen nada. Les hemos dado pruebas de quiénes fueron y los que dicen que se los llevaron, Hemos hecho la labor de investigar nosotros. Ellos nos dicen que qué razón les llevamos en lugar de que ellos nos den datos de qué es lo que han hecho", dijo molesta doña Amelia, quien desde entonces forma parte de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (Fuundec) en Torreón.
Año con año, doña Amelia participa en la Marcha por la Dignidad que se organiza en la Cuidad de México desde hace seis años. Esta vez no participará. "A lo mejor escogimos mal día, el 10 de mayo para que según las autoridades nos vean yo creo que ni nos miran por estar celebrando no están en sus oficinas están celebrando el 10 de mayo", dijo la madre de familia.
Doña Amelia no parará hasta dar con el paradero de su hijo y su marido, así como el de su yerno. Y es que su corazón le dice que ellos están bien y que tienen vida. "Muchas personas dicen que qué ando buscando, pues ya hace 9 años de sus desapariciones, (pero) mientras pueda caminar, tenga salud, yo voy andar ahí en la búsqueda".
