EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Mejor el jersey de Brady

Civitas

CARLOS CASTAÑÓN CUADROS

Ven la tempestad y no se hincan. ¿Cómo entender? Para los aspirantes a nuevos cargos públicos, no importa la vergüenza. Tampoco la dignidad, que es poca cosa frente a la "plenitud pinche del poder". ¿Prestigio? ¿Para qué? A falta de honestidad, simulacro. Algunos dirán: qué caso tiene, si la legitimidad proviene de la militancia. Pero ¿cuándo nos perdimos?, ¿en qué momento la corrupción lo dominó todo? En el pasado autoritario, "la corrupción es el sistema". No hay más. De esa manera, el sistema político se organizó como una repartición vertical. Bajo una visión patrimonialista, el gobierno transformó los bienes públicos en beneficios privados. Otros dirán: la multiplicación de los panes. Hace no mucho, se decía de un político de altos vuelos: "robó, pero salpicó".

Después vino el 2000, el triunfo histórico de la oposición, ¿y qué sucedió? Con la democracia, la corrupción también democratizó. El monopolio partidista simplemente se pluralizó. Rojo, azul, amarillo, verde…

En años más recientes, la narrativa de la inseguridad y la violencia, fue desplazada por los problemas económicos y la corrupción. Esta última, magistralmente expuesta por la presidencia de la república. Sin tapujos, sin miramientos. La "casa blanca", el contratista y hasta el secretario de Hacienda… Para esclarecer el caso, la autoridad nos salió con un tal Virgilio Andrade. El virgilazo pues. Tan natural se les hizo, que la mejor explicación provino de la cultura: "la corrupción es cultural". Pero el problema no es la cultura, sino las instituciones y sobre todo, las reglas del juego. De esa manera, las mismas instituciones incentivan y hasta protegen, -maravillosa impunidad-, la corrupción. Inventar papeles, falsear datos no es un delito grave; no importa que de por medio se pierdan miles de millones de pesos. Remember Coahuila.

Pero si la corrupción es cotidiana, aunado a las instituciones y hasta las prácticas políticas, ¿cómo rompemos con ese lastre? Una respuesta, un tanto tardía y de camino lento (las cosas en palacio marchan despacio), provino de un conjunto de leyes y cambios legales conocidos como Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). De entrada, tan tremendo nombre a nadie entusiasma. Pero veamos el lado bueno. Con el nuevo sistema se enfrentará mejor la corrupción gubernamental y más allá. ¿Usted recuerda la última vez que se llamó a cuentas y procesó a un personaje de ésos? En medio de la discusión, le salió un lujoso departamento en Miami a Alejandra Barrales, la sindicalista que terminó millonaria y que ahora dirige las ruinas del PRD. No obstante, la corrupción no es cultura, sino institución. Regresemos a la difusa esperanza del SNA. Siempre que el gobierno abre una chamba jugosa y de poder, -no es poca cosa juzgar a los poderosos-, surgen manadas para digerir el encargo. ¡Se trata de comer como lobo! Uno pensaría que a la convocatoria acuden los mejores, lo más honestos, los intachables, lo de mayor prestigio… sin embargo, la cosa habría pasado inadvertida, sino fuera por dos notables aspirantes al cargo de fiscal anticorrupción, ¡que copiaron! Los llamados a combatir la corrupción, resultaron corruptos. Braulio Robles Zúñiga y Angélica Palacios Zárate plagiaron en una parte del ensayo presentado al Senado. El plagio que ambos presentaron fue además del mismo autor. Idénticas partes de un texto robado, no uno, sino dos veces. El plagio es la expresión por excelencia de la mediocridad intelectual, de la falta de talento y la ausencia de ideas. A pesar de eso, lo relevante para aspirar al cargo de fiscal, son otras "aptitudes" que el poder se encarga de modelar como plastilina.

Como si a los mexicanos nos hiciera falta mala fama, un "bad hombre", identificado como periodista, robó el jersey de Tom Brady, jugador de los Patriotas de Nueva Inglaterra. El amante de lo ajeno, los sustrajo tras la algarabía del pasado Super Bowl. Manos a la obra, no tuvo reparo en observar la cámara que después lo exhibiría. Al respecto, conviene regresar al punto ¿es la cultura o las instituciones? Estados Unidos podrá tener muchos defectos, empezando por su presidente, pero que las instituciones funcionan, no hay duda. Allá las autoridades investigaron el misterioso robo, y vaya sorpresa, el ladrón lo encontraron en México. ¿Ustedes creen que el nuevo fiscal va a encontrar a Javier Duarte? ¿Alguien cree que el SNA va a proceder contra el presidente, contra los gobernadores? La pregunta misma es una broma.

Nos vemos en Twitter, @uncuadros

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Civitas

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1323866

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx