El inexorable paso del tiempo hace que los plazos siempre se cumplan, como es el caso que justo hace seis meses tomó el poder en el estado de Durango un hombre que arribó a la máxima magistratura estatal proveniente de una nomenclatura diferente a la del Partido Revolucionario Institucional, cosa inédita en la historia duranguense.
El doctor José Rosas Aispuro Torres, hoy gobernador constitucional de Durango, encabezó una coalición de partidos encabezados por Acción Nacional que derrotó al oficialismo en una jornada electoral ocurrida el mes de junio pasado, donde varios estados además de Durango, eligieron nuevas autoridades distintas al PRI.
Medio año transcurrió ya desde su toma de protesta y ha sido el propio mandatario quien ha decidido decir que está haciendo un corte de caja de lo que ha sucedido en este tiempo.
La realidad es que como todo cambio, la llegada del doctor Aispuro generó una gran expectativa, particularmente en la capital del Estado, donde recibió enorme respaldo del electorado. Los habitantes de la ciudad de Durango tenían una fatiga y un desgaste con el grupo que detentaba el poder, quienes llevaban dos sexenios en ejercicio del mismo. Los gobiernos de los contadores Ismael Hernández Deras y su entenado Jorge Herrera Caldera, habían generado una sorda antipatía que a la postre se reflejaría en los resultados de los comicios por regiones.
Claro estaba entonces que lo que la gente esperaba era que el nuevo gobierno apresara a ciertos personajes políticos que se habían enriquecido a la vista de todos durante la década anterior. Tal era la expectativa que muchos hoy exfuncionarios raudos y veloces tramitaron amparos, ya que temían ser aprehendidos para ser llamados a cuentas. Salvo el caso de Leonor Gutiérrez Flores, quien fungió como subsecretaria de Egresos en la Secretaría de Finanzas (a las semanas la señora recuperó su libertad) nadie ha sido presentado ante la justicia.
Es cierto que hasta ayer el gobernador señalaba que no se trata de una "cacería de brujas" y que los procesos llevan sus tiempos e instancias, pero con el devenir de los días, tal parece que esa sed, justificada o no de los capitalinos estatales de ver a más gente tras las rejas, se convertirá en una expectativa fallida.
Ahora que ya hay medio año de distancia, al cuestionársele al gobernador acerca de los resultados de su gobierno, la realidad es que poco puede el doctor hablar de proyectos concluidos, aunque hace énfasis en la creación de 5 mil empleos, el discurso del mandatario sólo habla de acciones que están en curso, como es el caso de la conclusión del Hospital General en Gómez Palacio que continúa en construcción desde el sexenio pasado, pero al cual se anuncia que contará con un acelerador lineal para tratamientos contra el cáncer.
Aispuro Torres asegura que el futuro nosocomio tendrá una área de primera donde se tratará a los pacientes con problemas oncológicos (a diferencia del controversial hospital de Torreón).
Igual señala que si bien prácticamente han transcurrido casi seis años sin que Gómez Palacio y Lerdo tengan policías propias (aunque a estas alturas ya tienen algunos elementos) el trabajo continúa para que estos municipios cuenten con agentes de confianza, pero la realidad es que por ahora no hay nada claro. Ante los señalamientos de las condiciones precarias en las que actúa la vicefiscalía, la respuesta es que el gobierno hará un edificio nuevo y que mejorará las condiciones de los funcionarios de la dependencia; otro plan a futuro.
Se pueden continuar enumerando y describiendo distintas áreas del nuevo gobierno. Quizá le resulte contraproducente al gobernador haber advertido que ya lleva seis meses y el anuncio que ha dado de que ha pedido la renuncia de su gabinete para evaluarlos, no es más que un movimiento de características netamente políticas. Tal vez es una maniobra para ahora sí hacerse de su equipo y despachar a quienes les ha pagado ya favores recibidos.
Habrá entonces que esperar a que haya resultados. Es cierto que el punto más destacable es que el flamante gobierno del doctor Aispuro ciertamente se ha conducido con un control político mucho más relajado a la anterior administración, que todo quería controlar y en ocasiones usufructuar. Ha tenido también mucho mayor voluntad para que ocurra una mejor integración de la Comarca Lagunera; el subirse al proyecto del Metrobús así lo demuestra. Pero los rezagos son tantos en la Comarca Lagunera de Durango que es importante que el gobernador Aispuro continúe su impulso y presencia en la región si es que es realidad quiere un mejor Durango. Seis meses no parece un plazo suficiente, pero si él mismo se somete al escrutinio, no parece que por ahora en cuanto a resultados tangibles salga bien librado.
