Hoy sabemos que erradicar el hambre no es una meta que se puede alcanzar desde la individualidad
En esta ocasión, desde la FAO tenemos el gusto de presentar y poner a disposición de las autoridades, la sociedad civil, la academia y todos los sectores interesados en la lucha contra el hambre, la nueva edición del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de Mesoamérica 2016.
En este camino hacia alcanzar el hambre cero, los países de Mesoamérica (México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana), a través de diversas iniciativas y estrategias, han logrado reducir el número de personas subalimentadas, pasando de 15.7 millones en 1990-92 a 12.7 millones de personas, según el estimado inicial para 2014-16.
En los últimos 25 años, Costa Rica, Cuba y México lograron reducir la prevalencia de subalimentación a cifras inferiores al 5 por ciento. Nicaragua, Panamá y la República Dominicana lograron reducir a menos de la mitad su porcentaje de prevalencia de subalimentación, mientras que Cuba, Nicaragua y República Dominicana alcanzaron, además, la meta de la Cumbre Mundial de la Alimentación.
En este periodo hemos observado la voluntad y compromiso político que los países han manifestado para erradicar el hambre. Han adoptado compromisos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Plan de Erradicación del Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición de la CELAC. De igual forma, han trabajado -y continúan trabajando- en el desarrollo de marcos normativos, estrategias y políticas públicas más eficientes para la seguridad alimentaria y nutricional con una visión integral, multisectorial y de derechos humanos.
Y es que hoy sabemos que erradicar el hambre no es una meta que se puede alcanzar desde la individualidad. La seguridad alimentaria y nutricional es multidimensional y como tal debe ser observada desde la articulación de distintos sectores como la educación, el desarrollo rural, la salud, el ambiente, desarrollo social, entre otros; y por supuesto, desde distintos actores: los gobiernos nacionales y locales, la sociedad civil, la academia, las etnias indígenas, los organismos internacionales y otros más.
Además, es importante considerar que en este mismo periodo de tiempo ha ocurrido un rápido incremento en la prevalencia del sobrepeso y obesidad en toda América Latina y el Caribe, convirtiéndose también en una amenaza para la salud, el bienestar y la seguridad alimentaria y nutricional de millones de personas.
En este sentido, el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de Mesoamérica 2016, además de presentar un cuadro completo de la situación actual del hambre, la malnutrición y la pobreza en cada uno de los países de Mesoamérica, también recoge diversas experiencias y buenas prácticas que estos mismos han desarrollado para avanzar hacia la erradicación del hambre y la pobreza.
Asimismo, presenta una propuesta de acciones para el desarrollo y para la coordinación social y política, basada en el fortalecimiento de tres ámbitos estratégicos: capacidades institucionales para la adecuada implementación de leyes y políticas; sistemas de información y monitoreo para dar coherencia a los planes locales y mejorar la rendición de cuentas; y el fortalecimiento de la gobernanza local en cada territorio.
Esta publicación puede ser consultada en línea: www.fao.org/panama y tiene como fin contribuir a mejorar la formulación de políticas públicas en los países de Mesoamérica para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población.
(Coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica)
