EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Comercio exterior para el futuro

JULIO FAESLER

México, más que nunca, requiere un plan general de comercio exterior que sirva como punto de referencia para articular su capacidad de producción y de exportación, y como instrumento para asegurar un nivel adecuado de empleo de la población trabajadora.

Tal plan supone el desarrollo y aprovechamiento sistemático de los recursos materiales y humanos con que contamos. Ese desarrollo requiere ser inclusivo y sostenido. Los países que han tenido éxito en ese empeño son los que han sabido uncir las fuerzas populares a las de los teóricos y técnicos.

Una primera identificación de las áreas que deben figurar como básicas para construir sobre ellas una estrategia integral de desarrollo socioeconómico se encuentra en aquellas a donde se ha dirigido la inversión nacional y extranjera. Fijadas como punto de arranque, se suman luego las que los adelantos técnicos señalan así como, desde luego, las tendencias de la demanda de los mercados actuales.

La identificación de algunas actividades como "básicas" o "esenciales" para el desarrollo es útil. A ellas se les debe destinar fondos y apoyos administrativos y formar cuadros de talentos altamente calificados que conduzcan a la comunidad nacional hacia las metas convenidas.

El área agrícola es, ante todo, prioritaria en cuanto a la obtención de productos alimenticios básicos. La inversión en este sector es vital para dar al país independencia política que el país requiere. Las importaciones de alimentos han crecido 400 % en 15 años. En maíz amarillo es de 81 %, en arroz 73 % arroz, en trigo 52 % trigo y 90 % en oleaginosas.

Las importaciones agrícolas actuales que se requieren para formar reservas que aíslen al mercado interno popular de fluctuaciones marcadas en los precios internacionales, pero drenan valiosos recursos financieros.

La agricultura de exportación como legumbres, frutas y horticultura decorativa es una fuente confirmada de divisas. El área de alimentos frescos o procesados debe ser impulsado para ahorrar el creciente gasto que el mercado interno está destinando a importaciones de lujo de un gran número de países de todo el mundo.

La actividad pesquera, que requiere una supervisión detallada para proteger sus recursos, junto a la agricultura, puede convertir a México en el proveedor de primer rango mundial.

México sigue siendo importante en minerales de hierro o plomo, zinc como también plata y oro. La larga línea de productos que se desprende de los recursos mineros pasa por la metalmecánica, los equipos pesados y de transporte muchos de los cuales seguimos importando pese al avance en su fabricación que se ha logrado en las últimas décadas.

En 2012 la industria trabajaba al 60 % de su potencial y de 170,000 millones de dólares de importación de bienes intermedios, en 2010 según Economist Year Hand book 100,000 son para las maquiladoras.

Por ello es urgente la prioridad de impulsar la integración nacional de la industria, especialmente la automotriz cuyas impresionantes cifras de exportación apenas si se reflejan en fabricación y empleo nacionales.

La industria química es central para el desarrollo pero seguimos importando una larga lista de productos como fertilizantes, pinturas, aceites y productos de uso doméstico que hay que debemos producir.

Entre las áreas prioritarias se cuenta la electrónica y la farmacéutica que podrían crecer más con más inversión mexicana.

El ramo textil es crítico para aprovechar el algodón y fibras que tenemos. La ropa confeccionada por diseñadores mexicanos es fuente de trabajo para miles de trabajadores que debemos apoyar como lo hacen otros países para superar una dañina importación. Aunque la industria del calzado se anotó confirmados éxitos en los mercados norteamericanos, la competencia asiática nos está desplazando, señalándose así la necesidad de protección.

En el pasado las exportaciones de azufre, miel de abeja, piña enlatada, henequén o carnes, sostenían el comercio exterior del país al lado del petróleo. Hoy la ya ancha gama arriba descrita se extiende. Un nuevo capítulo de comercio exterior se presenta con ambiciosas tecnologías y biotecnologías respaldas con logísticas modernas. No hay límite de posibilidades para productos que han confirmado su valor competitivo por encima de los acuerdos comerciales. Lo que está en juego es calidad y puntualidad.

Lo que ahora necesitamos es dejar atrás la intencionada desatención del gobierno al rumbo de nuestro comercio exterior. Se requieren metas consensuadas, claras, prácticas y bien apoyadas. No podemos seguir al garete.

[email protected]

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1308902

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx