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Nuevo golpe a México

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

A dos semanas de asumir el poder, Donald Trump persiste en su afán de perjudicar a México con acciones proteccionistas, autoritarias y unilaterales.

Amenazar a una empresa mundial de automóviles con aplicarle impuestos por invertir fuera de Estados Unidos pudiera catalogarse como una violación al sistema de libertades que tanto tiempo y esfuerzo costó construir al vecino país.

Trump desea a toda costa congraciarse con los votantes que lo llevaron al poder, especialmente el ejército de desempleados de corporaciones norteamericanas que han cerrado plantas para reabrirlas en México y en otros países del exterior con el fin de ahorrar mano de obra.

En tal sentido preguntamos al señor Trump: ¿habría aceptado del presidente Obama alguna sanción fiscal por abrir hoteles y desarrollos inmobiliarios en países como Escocia y Dubai?

Tarde o temprano esta política miope de Trump se revertirá tanto a su gobierno como a las empresas que se han visto presionadas a cambiar decisiones estratégicas como la inversión de 1,600 millones de dólares de la empresa Ford, en el estado de San Luis Potosí.

A México le afectará en el corto plazo la cancelación de tan cuantiosa inversión, sin embargo no hay mal que por bien no venga, un alto directivo anunció que la producción del auto Focus se llevará a la planta de Ford en Hermosillo, lo que redundará en por lo menos 200 nuevos empleos y en un incremento en la proveeduría mexicana.

Lo que no le ha quedado claro a Donald Trump es que México se convirtió en un cluster automotriz no sólo de empresas norteamericanas como Ford y General Motors, sino también de las asiáticas Nissan, Toyota, Honda y Mazda, y las europeas Audi, BMW y Volkswagen.

La razón principal es mano de obra barata, pero no menos importante es el hecho de que México mantiene acuerdos de libre comercio con 44 países mientras Estados Unidos los tiene con sólo veinte naciones.

Esto facilita la importación de partes para la fabricación de los vehículos que finalmente llegan con un menor valor a Estados Unidos y a países europeos. Según la agencia Bloomerg, el promedio de ahorro por auto fabricado en México es de 4,300 dólares.

Así que a pesar de que Trump les tuerza la mano a las armadoras yanquis para no invertir en México, las empresas asiáticas y europeas incrementarán sus operaciones, lo que repercutirá en vehículos más económicos que los Ford, GMC y Chrysler.

Antes del triunfo electoral de Trump, las grandes armadoras anunciaron inversiones en México por 22 mil millones de dólares y la creación de 25 mil empleos para los próximos tres años.

El plan contemplaba producir un millón más de autos al año en México hacia el año 2022 y reducir la fabricación de autos en Estados Unidos en por lo menos 500 mil unidades.

¿Qué va a suceder de aquí en adelante? Imposible saberlo, pero lo cierto es que mantener la producción en suelo norteamericano representa pérdida de competitividad y el gran riesgo de que las japonesas y coreanas Toyota, Honda, Nissan y Kia, terminen por comerse el mercado yanqui.

El gobierno mexicano reaccionó a los desplantes de Trump al designar a Luis Videgaray como secretario de Relaciones Exteriores. Su perfil político-financiero y su nexo con Jared Kushner, yerno de Trump, podrían favorecer el entendimiento con el futuro gobierno de Washington.

Sin embargo, México necesita diseñar un plan B con medidas económicas y tarifarias en contra de Estados Unidos, en caso que Trump concrete sus amenazas de tasar las remesas, levantar un muro con fondos mexicanos y castigar a empresas que inviertan en nuestro país.

Ambas naciones han construido una relación comercial interdependiente y sólida a lo largo de varias décadas, somos una economía más pequeña, pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras el señor Trump se mofa de nuestro país y de nuestra gente. Habrá que actuar en su momento con dignidad y firmeza, aunque tengamos que enfrentar sacrificios.

APUNTE FINAL

Lejos de ayudar, el mensaje de año nuevo de Enrique Peña Nieto terminó por calentar los ánimos entre los sectores políticos y sociales. El primer mandatario justificó el gasolinazo con el viejo argumento de que se trata de "una medida dolorosa, pero necesaria". Mientras las protestas y bloqueos van in crescendo al tiempo que surgen los primeros saqueos y actos de rapiña en distintos puntos del país. ¿Acaso no le encuentra usted cada vez más parecido a México con Venezuela?

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