En las elecciones del próximo 8 de noviembre los norteamericanos votarán por un nuevo presidente para el período 2017-2021, pero también por su vicepresidente, por 435 asientos de la Cámara de Representantes y por 34 de 100 asientos del Senado.
Además serán elegidos doce gobernadores estatales, dos gobernadores territoriales, cientos de senadores y representantes estales, alcaldes y regidores locales.
Como es costumbre en los comicios en Estados Unidos, adicionalmente serán votadas por lo menos 163 proposiciones o propuestas en 35 estados que sugieren cambios por demás diversos e incluso insólitos.
Lo más interesante de estos plebiscitos estatales son que casi la mitad de los mismos fue propuesto por los ciudadanos y el resto por los congresos u organizaciones políticas.
En California, por ejemplo, serán aprobadas o rechazadas 17 proposiciones de todos los sabores y colores. Desde la número 64 que propone la legalización de la marihuana para uso recreativo hasta la proposición 67 que rechaza el uso de bolsas de plástico en supermercados por motivos ecológicos.
Además de las estatales, existen decenas más de propuestas a nivel de condados y ciudades que algunas han levantado más controversia que la misma elección de autoridades.
Tal es el caso de las acciones C y D en San Diego, California, que proponen elevar impuestos para construir un estadio de futbol americano. La polémica es enorme porque algunos fanáticos inconformes con la directiva del equipo local prefieren que se muden a Los Ángeles como lo han planeado.
La democracia norteamericana es pues mucho más que los debates presidenciales y la apertura en las campañas nacionales y locales.
Un buen número de las propuestas va encaminado a tomar decisiones trascendentales por los votantes y no por los gobernadores o alcaldes que acaban por endeudar a sus administraciones con obras de relumbrón que no son necesarias.
En medio de este ajetreo electoral, la propuesta que volverá a capturar el interés de la opinion pública nacional e internacional, será la referente a la legalización de la marihuana para uso recreativo.
Actualmente el uso de la marihuana es legal para uso médico en 23 estados y en el Distrito de Columbia. Y a la fecha sólo en cuatros estados se permite para uso recreativo, a saber Colorado, Washington, Alaska y Oregon.
Todo esto a pesar de que a nivel federal la marihuana se considera una sustancia ilegal y controlada.
El segundo martes de noviembre serán nueve los estados que votarán por legalizar la "cannabis indica", en cinco de los cuales se propone su uso con fines recreativos. Estos son Arizona, California, Maine, Massachussets y Nevada.
No es difícil imaginar que el mayor interés se centrará en California, Arizona, Massachusetts y Nevada, tanto por el tamaño de estas entidades como por sus condiciones fronterizas, geográficas y turísticas.
Si los californianos y los habitantes del liberal estado de Massachusetts aprueban el uso recreativo de la yerba verde, seguro que la legalización a nivel federal será cuestión de tiempo.
Algo parecido sucedería con Arizona, estado limítrofe con México en donde se combate el contrabando de drogas intensamente. Y en Nevada la aprobación de la marihuana representará un problema más para el estado líder en adiciones del juego, la prostitución y el alcoholismo.
Algunas agrupaciones sólidas e influyentes como la Asociación Americana de Automovilistas (AAA), han criticado duramente la posible legalización al considerar que el uso de marihuana para uso recreativo pone en grave riesgo la seguridad del tráfico en ciudades y carreteras.
En el estado de Washington, a raíz de la legalización en 2012, el porcentaje de accidentes fatales en donde se involucró a conductores que habían fumado marihuana, creció al 8 por ciento en 2013 y al 17 por ciento en 2014.
Un estudio realizado por AAA detectó que la marihuana ocasiona serios efectos entre los conductores, entre ellos la dificultad para mantener el control del auto, lentitud en la toma de decisiones y problemas para calcular las distancias.
Además no existen sistemas eficientes para detectar los niveles de marihuana en el cuerpo humano en contraste con las pruebas de alcohol.
Por ello la AAA advierte que la propuesta de legalizar la hierba para uso recreativo no debe ser aprobada porque sus efectos causarán un nuevo y serio peligro para la seguridad vial ciudadana.
¿Qué dirán al respecto los activistas liberales que piensan que legalizar las drogas sería la solución ideal para erradicar la violencia y los conflictos sociales del narcotráfico?
APUNTE FINAL
Interesante el desenlace que tomaron los casos de corrupción de los ahora exgobernadores Guillermo Padrés de Sonora y Javier Duarte de Veracruz, el primero del PAN y el segundo del PRI. ¿Cuál de los dos será el primero en caer en prisión? ¿Y el resto de los mandatarios y exmandatarios que también están acusados de fraudes y malos manejos?
Comentarios a [email protected]
