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La amnesia de Vicente Fox

Sin lugar a dudas

PATRICIO DE LA FUENTE

"Usted me cuenta que nosotros dos fuimos amantes, y que llegamos juntos a vivir algo importante"

Vicente Fox se parece a La Chimoltrufia: como dice una cosa dice otra, siempre declara. Opina de chile, de mole y de manteca. A veces, intuyo, casi por instrucciones de terceros.

Basta recordar su apoyo al PRI y a Enrique Peña Nieto. En lo que llamó un acto de pragmatismo político, Fox respaldó las ambiciones de Peña y no las de la aspirante del PAN. "Josefina no tiene posibilidades de conseguir la Presidencia", dijo hacia 2012.

Las malas lenguas hablaban de una negociación de alto nivel. Fox impulsó a Peña, se rumoró, a cambio de que la justicia no investigara los presuntos negocios de dos de los hijos de su esposa.

Transcurrido el tiempo, Vicente Fox continúa en el ojo del huracán. Lo mismo opera el Centro Fox, imparte conferencias, pretende convertirse en productor de marihuana, dice necesitar de la pensión para vivir y se erige como el hombre que desde los medios de comunicación y enarbolando las causas de América Latina, vencerá a Donald Trump en su intentona presidencial. Por si no bastara, también tiene un programa de televisión.

"Usted me cuenta que hasta le rogué que no se fuera, y que su adiós dejó a mi corazón sin primavera"

El expresidente es casi una caricatura de sí mismo, pero en ocasiones le da al clavo. Ojalá hubiese gobernado con el mismo entusiasmo y bríos con los que hoy declara y se mete en problemas. Lástima, perdió el interés y propósitos de una transición democrática que quedó trunca. Sin embargo, Fox es un hombre que en el fondo cae bien. Comparándolo con gran parte de los políticos de este país, no observa tal grado de malicia.

Esta semana, en la gustada sección "Lo que Fox quiso decir", la retahíla de comentarios no fueron para Donald Trump sino dedicados a Felipe Calderón, otra ave de tempestades de la fauna política. La animosidad entre ambos expresidentes, bien sabemos, no es cosa nueva.

"Lamento contrariarla, pero yo no la recuerdo…"

"Yo vomito a cualquiera que mete a la familia al negocio y por eso Calderón no me cae, lo digo públicamente. Es una equivocación que ahora meta a su señora. Las familias no deben meterse al poder", dijo Fox en un verdadero lapsus amnésico.

Aquí no buscamos defender a Felipe Calderón -mal haríamos- pero siendo justos y si la memoria no nos falla, Marta Sahagún fue una de las primeras damas más poderosas y visibles de la historia moderna.

Recuerdo sus constantes apariciones en los medios; recuerdo cuando presentó su Fundación Vamos México y utilizó el Castillo de Chapultepec para organizar una cena de a diez mil dólares el cubierto con todo y Elton John al piano; recuerdo a Sari Bermúdez escribiéndole una biografía a modo; recuerdo sus declaraciones de índole político; recuerdo el término "la pareja presidencial"; recuerdo el beso en El Vaticano; recuerdo cuando movió las fichas y alebrestó a las huestes panistas para ser candidata presidencial; recuerdo cómo utilizó todo el aparato de Los Pinos para…

Recuerdo y recordamos todos. Caray, si eso no es meter a la familia al negocio y compartir el poder con tu señora, cosa que hoy dice vomitar ¿entonces qué fue y de qué se trataba todo aquello?

Parece que a Don Chente Fox ya se le olvidó o no le conviene recordarlo.

Nos leemos en Twitter y nos vemos por Periscope, sin lugar a dudas @patoloquasto

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