El calificativo se refiere a aquellos humanos que cuentan con menos de 20 años de edad, quienes nacieron en plena era computacional, que utilizan artefactos electrónicos y computarizados aún antes de aprender a hablar y hasta caminar. Piense en bebés supervisados por computadora y radios detectores de movimientos y sonidos; o en los niños jugando con sus controles, abstraídos en las pantallas de televisión.
Si Usted es un adulto mayor, recordará la llegada de la televisión a México; para los de la generación Z, ni siquiera es el primer aparato de comunicación que conocieron, lo más viejo es su tableta o teléfono celular.
Los niños menores a los 6 años, han aprendido a hablar usando esos instrumentos electrónicos, que no es malo en sí mismo, aunque también han sido desensibilizados del contacto físico con sus padres y familiares.
Los estudiosos de la sociología y la geopolítica, han dado en aplicar apelativos a las generaciones humanas; así: Generación Z, son los nacidos a mediados de los años noventa, niños y jóvenes que buscan atender sus necesidades psicoafectivas por medio de la comunicación digital.
Muy diferentes a los "Baby boomers" (1940-1969), que vivieron los cambios provocados por el fin de la Segunda Guerra Mundial, con florecimiento de la economía occidental e inicio de la promoción exagerada del consumo; la generación "Jones" (1954-1969), con el ansia de alcanzar el éxito y la búsqueda del poder adquisitivo, ya plenamente influenciados por el consumismo; la generación "X" (1970-1985), decepcionados por las formas de vida social, buscando el cambio, siendo escépticos hacia la política y cuestionando todos los usos y costumbres sociales; la generación "Y" o "millennial" (1985-2000), nacidos en el cambio de milenio, con nuevos paradigmas políticos, sociales y religiosos, insatisfechos de su vida social y con pobres expectativas al pensar en su futuro.
Esta generación "Z", impaciente por saber y condicionados a vivir adheridos al celular, les parece aburrido dialogar con otra persona por largos períodos; más aún, rechazan los juegos que requieren de mayor esfuerzo físico -adiós trompo y balero- siendo renuentes a leer en papel impreso.
Ellos se comunican sentimientos en forma electrónica, breve y con signos que eliminan palabras - te amo es representado por un corazón latiendo en la pantalla del celular - viviendo las relaciones románticas a la distancia, -aún estando uno junto al otro- con intercambio de mensajes en twetts o whatsapps; las noticias deben recibirlas al momento, los avisos de interés igualmente, lo que elimina a periódicos, la televisión o radio con sus formatos tradicionales.
Ser popular es contar con muchos amigos en las redes sociales; tener vida familiar de contacto físico es menos importante que mantenerse en comunicación con las personas que les interesa.
Tienen mayores inquietudes que los más viejos y contando con una alta crítica social, proponen nuevas formas de vivir y hasta de hacer política; critican y actúan provocando el cambio de actitud de muchos a través de sus apps, creados por ellos mismos, llegando a realizar producciones de video con alta tecnología, en las que manifiestan gustos, aspiraciones y su inconformidad.
Ellos están modificando y mejorando su cerebro, con mejores y más eficientes redes neuronales, lo que les da mayores capacidades intelectuales. Tal realidad ya la reconocen los neurofisiólogos y como muestra podemos ver a esos pertenecientes a las nuevas generaciones hacer dos o más actividades a la vez. Seguramente Usted los ha observado participando en algún diálogo y a la vez mandando un mensaje a través de su celular.
No duermen lo suficiente, consecuentemente padecen cansancio crónico, ansiedad, intolerancia y mal humor. El cerebro necesita la oscuridad profunda para producir melatonina e inducir al sueño, sin embargo la generación "Z" no está dispuesta a dejar de lado sus dispositivos móviles renunciando al descanso que da el dormir profundamente.
Estas particularidades son conocidas por los adultos, aunque no las aprovechamos; lo peor, insistimos que ellos se adapten a nuestras formas de convivencia, rechazando la realidad de las nuevas generaciones, más eficientes en comunicación: los profesores debemos aprender a romper viejos paradigmas y cambiar las formas de facilitar el aprendizaje, empezando por conocer las alternativas que nos dan los medios de comunicación moderna; aunque los politiqueros ya las manipulan para sus fines -comúnmente aviesos- son incapaces de identificar el lenguaje que influya verdaderamente a los jóvenes y les genere deseos de aceptar y creer el mensaje enviado.
Las religiones, simplemente siguen "en sueños" y perdiendo adeptos.
Los padres de familia no alcanzamos a entender y tratamos de obligarles a comprender y aceptar nuestros conceptos de formas de vida social, laboral y familiar; el resultado: rompimiento generacional.
Sí también hay cosas negativas en estas nuevas formas de vida, también es cierto que no podremos modificarlas si no las conocemos. ¿Usted qué sabe de "redes sociales de comunicación"?
