El estudiante de un colegio particular que fue agredido por tres alumnos, también de escuelas privadas, fue cambiado a otra institución educativa como medida para evitar futuras agresiones, mientras que dos de los agresores fueron suspendidos y uno más es buscado por las autoridades.
Esto lo dio a conocer Eduardo Botelllo, director operativo de Servicios Educativos, quien ayer sostuvo un acercamiento con las instituciones privadas para conocer el estado de la investigación y la aplicación del protocolo de Actuación contra el Acoso y la Violencia Escolar que han realizado.
Según Botello, la agresión no se calificó como bullying, sino violencia escolar y fue catalogada como gravísima.
"El bullying es una acción sistemática donde en forma permanente, se hace daño a los niños de manera física, psicológica o a través de internet, éste no es el caso, se trata de violencia escolar gravísima y ya se está atendiendo", dice.
Las primeras investigaciones de la Subsecretaría de Educación arrojaron que el hecho se registró el pasado 15 de febrero a las afueras del colegio en el que era alumno la víctima. La agresión fue exhibida en la red el pasado jueves. Las causas que lo originaron, aún se desconocen.
"No se tiene claro el motivo de la agresión, el lunes tendremos otra reunión para ver circunstancias y canalizar a las dependencias de nosotros para que reciban valoración psicológica y atención".
Las autoridades escolares suspenden a uno de los estudiantes, que fue quien realizó la grabación. La institución también da aviso a los padres de familia de la víctima, quienes determinan cambiarla de escuela para salvaguardar su integridad física.
Otro de los agresores pertenece a un colegio distinto y fue suspendido tras la publicación del video en internet, debido a que la institución desconocía los hechos. Se trata de un alumno de preparatoria. Mientras que del tercero todavía no se ha logrado dar con su paradero, sin embargo, ya se revisa en las base de datos de las instituciones educativas y se solicitó el apoyo de la Procuraduría de los Niños, Niñas y Familia (Pronnif) para localizarlo, así como para apoyar en la terapia que deberán recibir todos los involucrados.
Eduardo Botello adelantó que se solicitará a la policía cibernética que investigue quién subió el video, pues constituye un delito.
