Néstor está muy preocupado por su tenis, ése que le arrancó un perro de la raza pitbull que por poco le arranca también la pierna. Dice que, aunque ya estaban rotos, ahora se quedó sin calzado. Lo que no sabe es que también su extremidad está en riesgo.
Con la misma inocencia que expresa la preocupación del tenis cuenta que el pasado sábado se encontraba en su casa, ubicada en la colonia Lázaro Cárdenas, cuidando a sus hermanos, cuando dos vecinas, una niña de 8 años y otra de 12, hijas del dueño del perro, lo llevaron a su casa para encerrarlo con el can.
"Estaba cuidando a mis hermanos en una jardinera, me llevaron y me encerraron". Néstor dice que le teme a los perros y que sus vecinas, con quienes ocasionalmente jugaba, lo sabían.
Lorena Neri, madre del menor, cuenta que las niñas le decían "que se lo coma" y pese a los gritos y las súplicas, no le abrieron la puerta, según lo narrado por su hijo quien le ha dicho que salió vivo gracias a la intervención de sus vecinos.
"Un vecino le lanzó unos chicharrones (al perro) y otro se brincó por el portón y me sacó", dice Néstor.
Lorena Neri no ha interpuesto denuncia correspondiente ni ante la Procuraduría ni ante la Pronnif (Procuraduría de los Niños Niñas y Familia), quien se encarga de investigar las conductas agresivas dentro del seno familiar, para que se investigue y se actué, pero señala que lo está evaluando.
La mujer es madre soltera de cuatro niños, de 8, 7, 4 y 3 años de edad. Tenía una semana de haber iniciado en Lajat por lo que todos se quedaban a cargo de su madre, quien ese día salió a comprar un estambre y sucedió el incidente.
Ahora no tiene ni trabajo ni dinero y tampoco la posibilidad de separarse por mucho tiempo de su hijo ante la gravedad del caso.
Del padre del niño dice "ni siquiera se ha venido a asomar, me mandó un mensaje diciendo que cuando salga le hable", por lo que quien desee apoyarle, puede acudir al departamento de Pediatría del Hospital General.
Luis del Moral Rossete director de la institución, informó que la agresión del pitbull ocasionó fractura de tibia y peroné en la pierna izquierda del niño, además de pérdida de la piel y que, aunque la evolución es favorable, todavía se corren graves riesgos.
"El riesgo potencial que tiene ese caso es que se desarrolle una osteomielitis, que quiere decir eso, que se le infecte el hueso y que se pueda llegar a la amputación".
El niño no sabe que existe riesgo de amputación ante una infección fuerte, por lo pronto sólo piensa en su tenis que perdió durante el ataque y en recuperarse para ir de nuevo a casa con sus hermanos y a la escuela.
Preocupado. Néstor está en la sala de pediatría del Hospital General, después de ser atacado por un perro de la raza pitbull. (EDITH GONZÁLEZ)