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Minimizar a pobres

Jaque mate

SERGIO SARMIENTO
"Los países con leyes de salario mínimo tienen de manera casi invariable tasas de desempleo mayores que los que no las tienen."

— Thomas Sowell

Es fácil comprar votos pidiendo aumentos al salario mínimo. Por eso lo exigen tanto la izquierda como el PAN, aunque los panistas no lo hicieron cuando fueron gobierno. Un aumento artificial del mínimo, sin embargo daña fundamentalmente a los más pobres.

El salario mínimo en nuestro país es muy bajo. Hay quien dice que es inconstitucional. Los 70.10 pesos al día del mínimo no son suficientes para "satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural" como establece el artículo 123. Esto tampoco se logra con los 73.04 pesos tras el aumento de 4.2 por ciento para 2016.

El papel del sueldo mínimo en la economía mexicana ha cambiado con el tiempo. En la década de 1970 la mayoría de los trabajadores de bajo nivel, como peones de la construcción o personal doméstico, percibía el mínimo. Hoy es muy difícil, o casi imposible, encontrar a alguien que lo haga. El salario promedio registrado por el IMSS en octubre de este 2015 era de 291.62 pesos diarios, cuatro veces el mínimo. Un peón de construcción gana hoy entre 900 y 1,100 pesos a la semana, 128 a 157 pesos al día. Una trabajadora doméstica obtiene entre 200 y 250 pesos. Es verdad que millones de trabajadores están registrados en el IMSS con salario mínimo, pero la mayoría recibe dinero adicional como propinas o pagos fuera de nómina o simplemente no trabaja tiempo completo.

Una de las razones por las que en México tiene una tasa de desocupación de sólo 4.55 por ciento (octubre, Inegi) es el sueldo mínimo. Éste explica también por qué se generaron 948,160 empleos formales registrados en el IMSS entre enero y noviembre de 2015 a pesar del bajo crecimiento de la economía.

Fijar un salario mínimo excesivamente alto es una política regresiva. En Estados Unidos, de hecho, ha tenido consecuencias genocidas. Thomas Sowell, el economista negro que a los 85 años es aún senior fellow de la Hoover Institution de Stanford, y que cuando joven levantó cosechas como jornalero, señala que antes de que se introdujera el salario mínimo la población negra en los Estados Unidos tenía un nivel de desempleo más bajo que los blancos. El salario mínimo, sin embargo eliminó muchos de los empleos para trabajadores con menor preparación y ha hecho que la desocupación de los negros duplique la de los blancos y la de los jóvenes negros la cuadruplique. El salario mínimo generó un desempleo endémico entre la población negra que llevó al desmoronamiento de la estructura familiar y a una forma de vida hoy marcada por los subsidios gubernamentales y las drogas.

Los políticos mexicanos afirman que, al subir el mínimo, se creará un círculo virtuoso que generará mayor demanda y crecimiento económico. Pero esto es no entender cómo funciona la economía. Si el salario mínimo sube demasiado (por arriba de las niveles de mercado, entre 120 y 150 pesos diarios para un peón de construcción) el resultado será un aumento en el desempleo. Las fuertes alzas del mínimo de Hugo Chávez en Venezuela, Lula en Brasil y los Kirchner en Argentina crearon durante un tiempo la ilusión de prosperidad, que se desplomó tan pronto cayeron los precios de las materias primas.

El salario mínimo que exige Miguel Ángel Mancera, de 86.33 pesos, no parece superior a los sueldos mínimos de mercado. Quizá por eso sus efectos negativos serían pequeños. Pero los más afectados serían los más pobres o quienes trabajan menos de una jornada completa. Y es un golpe que no hay necesidad de asestar.

 POPULISTA A GENOCIDA

El aumento del salario mínimo genera rendimientos electorales porque las consecuencias no se perciben sino años después y muchas veces no las comprenden ni sus víctimas. En Estados Unidos hoy se piensa natural que el desempleo sea mayor para los negros. Ni siquiera las víctimas se dan cuenta de que están pagando los costos de una política que pasó de simplemente populista a genocida.

Twitter: @SergioSarmiento

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