— Howard Gardner
Hoy en día, constatamos que a la educación artística se le ha volteado a ver por fin como una asignatura con igual relevancia que las demás y que está directamente relacionada con todas ellas y ha dejado de ser, afortunadamente, una materia o una serie de materias de carácter adjetivo, que sólo nos permiten cumplir con la tan declarada formación integral.
Y es que dicha área del conocimiento humano, permite a los alumnos acercarse al amplio mundo de las artes visuales como la escultura y la pintura, a la danza, a la música y al teatro, con todos los materiales y procesos que conlleva cada uno, lo que conforma la parte medular de la asignatura y que involucra al mismo tiempo habilidades y destrezas que se van desarrollando con la práctica, por ejemplo la percepción visual y auditiva, la creatividad, la sensibilidad de cada creación o recreación y la interpretación, tanto de obras de relevancia histórica u otras que tienen relación con contenidos específicos.
Pero, ¿Qué importancia tiene ello? nada de esto se desvincula con la puesta en práctica de cualquiera de estas habilidades acorde a las necesidades de cada persona y la utilidad que ello tiene de acuerdo al contexto social, es decir de forma cotidiana, aplicado a diferentes áreas y cuando la persona lo requiera, dotándolo así, de herramientas que pueda utilizar posteriormente y durante toda su educación.
La creatividad forma parte de la médula misma de la naturaleza del ser humano. El sector de cultura y de educación de la UNESCO, por ejemplo, se esfuerzan por que se reconozca la importancia de la educación artística en la promoción de la creatividad, la innovación y la diversidad cultural en el mundo entero.
La educación artística y las artes en la educación, pueden contribuir a reforzar cuatro factores de la calidad: un aprendizaje dinámico; un plan de estudios pertinente que suscite el interés y entusiasmo de los alumnos; un conocimiento de la comunidad, la cultura y el contexto local de los educandos y finalmente un conjunto de docentes formados y motivados.
Y es que comúnmente se asocia con acciones tales como dibujar, pintar, recortar, entre otros y se caracteriza por ser una de las áreas que enriquecen y realizan un gran aporte cognitivo, cumple un papel fundamental y predominante en el desarrollo de las habilidades y destrezas de los educandos.
La danza, el teatro, la música, la comunicación y la plástica por ejemplo, permiten al estudiante interactuar con los espacios de trabajo a partir del cuerpo, de su expresividad, del movimiento, de la comunicación a través del ritmo, de la dramatización y de la personificación como aspectos necesarios en los procesos identificatorios.
La importancia de la educación artística radica en la formación de seres humanos sensibles, empáticos y creativos que desarrollan un importante elemento clave para la interacción social. Actualmente vivimos en un mundo globalizado en donde la sensibilidad y la preocupación por la humanidad son cada vez menos importantes, es necesario rescatar el interés y el reconocimiento del otro.
Nadie duda de que la educación artística sea un área fundamental dentro de la planificación curricular de cualquier escuela, en cualquier nivel, pero al mismo tiempo, nadie duda de que se tiene en un lugar relegado. Son muchas y distintas las causas para que esto suceda y que pueden parecer una paradoja: la falta de recursos, la falta de planificación, la falta de especialistas, la falta de voluntad política, entre otras causas.
La importancia que tiene la presencia del arte en general y la plástica en particular en la escuela, es la de instalar y desarrollar un quehacer social, un campo de la actividad humana tan propio de todas las culturas y de todos los tiempos como es el arte, de ahí la importancia de ponerlo a disposición de jóvenes y niños. Y cuando esto pasa es muy importante porque llega a todos, es decir que la escuela ejerce un lugar democratizador en el acercamiento al arte de las jóvenes generaciones y en la distribución del patrimonio cultural.
"El arte, o cómo ser artista, no es cosa que se pueda enseñar. Tampoco es el propósito de la educación artística el formar artistas; aunque la formación de personas especialmente aptas para las carreras profesionales en las artes puede tener su inicio en este nivel. Los resultados de la enseñanza artística como tal, no se ven siempre en el corto plazo porque esta sensibilidad se desarrolla durante toda la vida". (Cárdenas Arroyo, S. Colombia. 2008).
Como podemos observar, la importancia de la educación artística, no está en duda ni se discute su trascendencia en la formación humana, el planteamiento es: ¿la estamos apreciando y desarrollando a cabalidad?
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