Cuentan que la neutralización ¿momentánea? de los grupos priistas rivales al gobierno provincial ha provocado una ola de confianza en las huestes del gober y, en particular, de su delfín aparente, Miguel Riquelme. Y es que a la salida de Enrique Martínez y Martínez del gabinete del preciso Peña -dicen que por motivos de salud- se sumó esta semana el golpe al clan del exdiputado federal Salomón Juan Marcos Issa por asuntos pendientes con el fisco. Esto ha llevado al alcalde de Torreón a intensificar su campaña en el interior de la provincia con viajes cada vez más frecuentes a ciudades como Monclova y Saltillo para reunirse lo mismo con cámaras empresariales que con sindicatos.
El jueves pasado, don Miguel tuvo una apretada agenda, pero no en la ciudad que gobierna, sino en la urbe de adobe. Ahí asistió a una “reunión de trabajo” con líderes y agremiados del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social de Coahuila en conocido restaurante de la ciudad. Luego participó en la sesión del Consejo Político Estatal del PRI en donde se les tomó la protesta a los nuevos integrantes del Comité Directivo Estatal del tricolor. Y para cerrar la jornada tuvo un concurrido convivio con “amigos de Saltillo”. De todos los hechos, el jefazo de la Perla de La Laguna dio constancia en su cuenta de twitter, lo que evidencia que poco o nada le preocupa la crítica cada vez más fuerte y frecuente de que está descuidando su labor de munícipe para enfocarse en un abierto proselitismo. Cabe destacar que en las fotografías “oficiales” de los tres actos, don Miguel aparece al centro de la imagen (faltaba más). Esta gira de precampaña -perdón, trabajo- coincide con los destapes y autodestapes que se han venido dando entre priistas y expriistas que también suspiran por la gubernatura, entre ellos el diputado federal lagunero Javier Guerrero, el exfuncionario estatal Noé Garza Flores -que salió del gabinete de Moreira por adelantado-, y el empresario taurino Armando Guadiana Tijerina, que todavía no se repone del golpe de la prohibición de las corridas de toros. Claro está que la lista apenas está cobrando forma y puede aumentar en los próximos meses, con otros nombres, póngale el que guste. Pero, por lo pronto, la duda que salta es si don Miguel va a incluir en su segundo informe de gobierno un apartado en donde se explique los resultados y beneficios para la ciudadanía torreonense de todos sus viajes al interior del estado.
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A propósito de la sesión del Consejo Político Estatal del PRI, en ella se pudo observar con claridad el afianzamiento del grupo del gober Rubén Moreira con miras al relevo de la Máxima Silla del Palacio Rosa. Y es que entre los personajes que completan el nuevo Comité Directivo Estatal y acompañan a la Pastora Estatal, Verónica Martínez, figuran varios muy cercanos al mandamás provincial y al propio Riquelme. Uno de ellos es Álvaro Moreira, hermano de don Rubén, que repite como secretario de Organización, uno de los cargos principales de la estructura tricolor. Otro que fue ratificado es el polémico excontralor del ayuntamiento de Torreón, Lauro Villarreal, quien seguirá al frente de la Secretaría de Acción Electoral. Y para cerrar la pinza, el exalcalde de Torreón Eduardo Olmos quedó en la Comisión Estatal de Procesos Internos. De este nombramiento se dice que el también embajador del gobierno provincial en la capirucha del esmog tendrá la doble función de cuidarle las espaldas al delfín del gobernador y de ser el enlace con el nuevo Pastor Nacional del PRI, Manlio Fabio “El Padrino” Beltrones. Si a estas ratificaciones y nombramientos sumamos la cercanía de doña Verónica con el munícipe torreonense, y la renovación de la rectoría de la UA de C que se espera que favorezca a actual secretario general de la Máxima Casa de Grillos de Coahuila, Salvador Hernández Vélez, pues ya queda más que claro por dónde va la pichada.
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Y ya que andamos en campañas adelantadas (¿a poco ya se acabó el sexenio estatal?), dicen que quien se siente que va en caballo de hacienda es el senador panista, Luis Fernando Salazar. Y esto es porque a sus principales contrincantes dentro del partido blanquiazul, ya sea para la gubernatura o para la alcaldía de Torreón, ya se les acabó la palestra que les brindaba la Cámara de Diputados. Nos referimos, por supuesto, a Guillermo Anaya, verdadero jerarca del PAN en Coahuila y que ya dijo que quiere volver a ser candidato a gobernador (aunque pierda otra vez, no le hace), y a Marcelo Torres, quien con la proyección que consiguió en el Congreso de la Unión suena fuerte para pelear la candidatura por la alcaldía de Torreón. Y frente a este escenario, parece que don Luis Fernando no quiere desaprovechar el tiempo y ha comenzado una campaña anticipada con espectaculares diversos en los que, de paso, lanza dardos envenenados a la administración virreinal. En algunos de esos anuncios se lee la leyenda -palabras más, palabras menos- “no más deuda sin permiso”, en franca alusión a la megadeuda de Coahuila que mantendrá comprometidas las finanzas estatales por unos 30 añitos. Claro que el senador panista dice que “para nada” se trata de proselitismo adelantado ni de campaña negra contra el señor gobernador, sino que es parte de su “informe legislativo”, que es como le llaman a la propaganda. Y para amarrar, Salazar está preparando una serie de reuniones con grupos empresariales y asociaciones civiles a los cuales presentará el informe de marras, en vez de hacer un acto único multitudinario, lo que será el pretexto perfecto para presentarse como candidateable para la gubernatura o, de perdido, para la alcaldía, según como anden las aguas. No obstante, ya se observa que el senador tendrá competencia dura en la figura del alcalde de Saltillo, Isidro López, quien contrario a Memo Anaya seguirá bajo los reflectores hasta el inicio de la contienda, y hasta con su compañera de bancada en el Senado, Silvia Garza, que ha aumentado su presencia en las distintas regiones del estado.
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También en La Laguna de Durango andan con el reloj electoral adelantado, ya ve usted cómo son visionarios en estos asuntos -sólo en estos- nuestros políticos. Resulta que corren versiones que aseguran que el alcalde de Gómez Palacio, José Miguel Campillo, dejará el cargo en diciembre para buscar la candidatura a la diputación local por el Distrito X. Y aunque el presidente municipal se ha encargado de negar rotundamente la especie, todo parecer indicar que sí habrá un sustituto en el último año de la administración, pues para quienes sostienen esta versión Campillo ya comenzó a abandonar el barco desde hace tiempo. Tanto, que no parece importarle que su homólogo de Durango y suspirante por la gubernatura, Esteban Villegas entre y salga de Gómez Palacio para anunciar proyectos y promover obras, lo mismo que para anunciar gestiones de recursos federales para La Laguna de Durango; en resumen, para hacer lo que debería estar haciendo el alcalde de la antigua Santa Rosa en beneficio de sus gobernados. Hay quienes notan una inacción de don Pepe frente a la tardanza en la llegada de recursos para atender las urgentes necesidades de pavimentación que desde hace semanas se han estado anunciando y nomás no arrancan; así como frente al retraso con que se han manejado los fondos federales como el Metropolitano y los de programas de carácter social, como Hábitat y Rescate de Espacios Públicos. ¿Acaso no hay quién le diga que la mejor carta de presentación es un buen trabajo en su cargo actual?
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Tremenda balconeada le dieron esta semana a la diputada local priista María Luisa González Achem, quien recientemente anduvo organizando festejos privados en La Laguna para la esposa del edil duranguense, Esteban Villegas, en la región. Resulta que doña María Luisa, según dicen, ya andaba poniendo un pie en la silla presidencial del municipio de Lerdo cuando le sacaron que se encuentra pensionada “por invalidez” como maestra de un plantel educativo aunque muy sana se le ve, ya que anda para arriba y para abajo en acciones proselitistas, al igual que el presidente del PRI en Gómez Palacio, Juan Ávalos, cuyo corazón también suspira fuerte por la alcaldía, pero de este municipio y utiliza el hashtag #Juaneteando en su cuenta de Twitter, además de que anda muy activo visitando los liderazgos del PRI en algunas colonias.
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En asuntos de la llamada Ciudad Jardín, dicen las malas lenguas que dentro de lo que el alcalde Luis de Villa presumió en su segundo informe de gobierno no cayó nadita en gracia entre el equipo de la Subdirección de Infraestructura Deportiva del Estado de Durango, que ocupa Ana Cecilia Monarrez Mena -quien fuera síndica municipal en el tiempo del exalcalde Carlos Aguilera- que don Luis se adjudicara y presumiera la obra de la ciclopista en Lerdo que fue realizada al cien por ciento con recursos estatales. Aunque, bueno, ya sabemos que eso de saludar con sombrero ajeno es un deporte entre nuestros H. Representantes Populares.
