I. El distanciamiento entre los gobernadores de Coahuila y Durango está en su punto más alto en estos días lo que pone en relieve que la coordinación que tanto se presume es sólo un bonito cuento para niños. Las rutas que siguen ambos mandatarios son tan distintas que, por la vecindad y la existencia de una región interestatal como La Laguna, terminan chocar y hacer saltar las chispas. Uno de los temas más polémicos es sin duda el de las corridas de toros, en el que mientras en Coahuila el gober Rubén Moreira las prohíbe, en Durango el gober Jorge Herrera las recibe con gusto.
Incluso, este diferendo sirvió para que el mandamás coahuilense se arrojara contra su homólogo duranguense al decir que del otro lado del Nazas se alienta la venta de alcohol, los casinos y los actos de violencia como la tauromaquia. Sobre este punto, los maldicientes cuchichearon que es cierto, ya de este lado sólo se alientan las deudas y el gasto en propaganda, rubros en los que Coahuila es campeón indiscutible. Pero no sólo en este punto hay divergencias. En la lista hay que considerar que mientras en la “tierra donde abundan los árboles” se proyecta un Metrobús, BRT o como se llame, en la tierra de los alacranes se opta por otro tipo de soluciones de movilidad. También, hace dos años los gobiernos de ambas entidades desarrollaron proyectos diferentes en materia de combate al hidroarsenicismo: con pozos a pie de noria acá y filtros domiciliarios allá. O está también el tema de la tenencia, suprimida ya en Durango y vigente en Coahuila. Y para acabarla de amolar, se avecina un nuevo conflicto con la prohibición de la expedición de licencias a menores de edad, porque los duranguenses no están dispuestos a aplicar la misma medida. Así, tal y como ha ocurrido con la tenencia, que varios conductores prefieren pagar sus placas en Gómez Palacio, se espera que los muchachos a los que se les niegue el permiso en Torreón crucen el río para hacer el trámite de ese lado. Pero en medio de estas pugnas, lo que llama la atención es la afición del preciso Enrique Peña Nieto por visitar la entidad duranguense, en la cual ha estado ya siete veces. ¿Y cuántas en Coahuila? Las malas lenguas dicen que detrás de todo esto hay algo de celo de por medio. ¿Será?
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Otro asuntillo que ha causado roces el de la detención de los tres agentes del GATE en Gómez Palacio, hecho que ha puesto en evidencia varias cosas. Antes de lanzar la “papa caliente” a Torreón, el juez de Control que conoció la causa penal consideró que se les pasó la mano a los elementos policiales que dispararon contra el conductor que protagonizó la persecución que inició en la calzada Cuauhtémoc, en Torreón, y fue a terminar en la colonia Santa Rosa, de Gómez Palacio, con la muerte de un balazo del citado conductor. Y es que en el lugar de los hechos se encontraron “nada más” 19 casquillos de grueso calibre, según lo manifestado por el Ministerio Público del lado de Gómez Palacio. Como se sabe, los “gates”, una especie de súper policías sobre los que el jefazo de la Policía Municipal, Adelaido Flores, no tiene control ni injerencia, dependen de manera directa al secretario del Ayuntamiento, Jorge Luis Morán, algo sui géneris y que deja de manifiesto que en realidad “andan sueltos” y metiéndose en el vecino estado sin que exista una justificación. Además, dichos agentes suelen tener el “dedo caliente”, como se dice en el argot policiaco, ya que disparan sus armas en contra de personas que no cometieron delitos graves, pues el pasarse el rojo no es para una respuesta policial como la registrada y aquí, al menos, los muchachos del teniente Flores mostraron mayor cordura en la persecución. Otro aspecto es que en la audiencia de vinculación a proceso, los tres “gates” imputados por el delito de homicidio y que están en el Cereso de Durango, fueron representados por defensores públicos del Estado de Coahuila, lo que evidenció que de este lado del Nazas no hay todavía personal capacitado en el nuevo sistema de justicia penal. Vaya cosas.
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No cabe duda que los políticos son genio y figura hasta la sepultura. Así quedó demostrado ayer, durante el cierre de la Convención Nacional de Canacintra que se llevó a cabo en Torreón. La conferencia principal estuvo a cargo del escritor y periodista Andrés Oppenheimer, quien por cierto en su charla dejó ver lo mal que está el país en materia de innovación, diagnóstico que ya han hecho otros distinguidos visitantes a La Laguna sin que hasta el momento logremos encontrar al médico que nos dé la medicina para nuestros males. Posteriormente se ofreció una comida para todos los asistentes, pero el encuentro que tenía como fin el acercamiento entre industriales de distintos lares de la República terminó siendo colonizado por la omnipresente política. Y es que cuando el respetable público, que abarrotó el recinto de un conocido club campestre del oriente de la ciudad, se disponía a degustar el platillo que les ofrecieron, hizo su aparición el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien no quiso dejar pasar la ocasión para dar una palabras. Pero lo que en principio se creyó que sería una modesta participación en la que a lo mucho se convocaría a la convención del año que entra, que será en el estado del camote, terminó siendo una especie de informe de gobierno. De pronto don Rafael ya estaba mostrando videos y cifras sobre su administración estatal y hablando de lo mucho que ha mejorado su entidad durante su gestión, lo cual causó extrañeza entre no pocos de los asistentes. Claro que el gober poblano olvidó hablar de los problemas que hay en su estado y de las reformas que ha promovido en contra de la libertad de expresión y para poner trabas a las candidaturas independientes. En fin, parece que nadie le dijo a Moreno Valle que el personaje principal del cierre de la convención era don Andrés, o si se lo dijeron, él simplemente hizo caso omiso y hasta parecía que andaba en campaña porque, dicen por ahí, él se siente “presidenciable”.
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Los panistas, que ayer mostraron los dientes contra el alcalde de la Perla de La Laguna, están convencidos de que Miguel Riquelme está más preocupado en hacer campaña anticipada en pos de la gubernatura que en trabajar por la ciudad. Y parece que algo de razón tienen, al menos así lo evidencian dos hechos ocurridos esta semana. Uno de ellos tiene que ver con el estudio de opinión pública realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica en el que el munícipe salió, junto con el de Gómez Palacio, José Miguel Campillo, en media tabla, por debajo de Isidro López, alcalde de Saltillo, ciudad que además se ubicó en el segundo lugar en calidad de vida, muy por arriba de las urbes laguneras, en buena parte gracias al apoyo que ha recibido la capital del Gobierno del Estado en los últimos años. El otro asunto se refiere a un reporte que nos envían de la región Centro nuestros subagentes disfrazados de guisado. Resulta que ayer se llevó a cabo un convivio en grande en el municipio de San Buenaventura con motivo del cumpleaños de Marcos Morales, encargado de programas sociales del gobierno estatal en esa zona. A dicho festejo acudió don Miguel, quien fue muy saludado por todos los asistentes. El encargado de preparar la comida fue el diputado local Melchor Sánchez, el mismo que recientemente compró un periódico de Monclova y que le ha abierto las puertas a Riquelme con los empresarios de la región para que lo vayan conociendo y, de paso, apoquinen a la causa. Pero aquí viene lo bueno. Dicen que a los asistentes al convite les dieron la instrucción de acercarse con el edil torreonense para que se tomaran la foto con él y la subieran a sus cuentas de redes sociales con comentarios positivos. Es decir que el evento sirvió para placear al suspirante y venderlo como un buen gobernante. Vaya usted a saber, pero lo cierto es que en las fotos don Miguel aparece muy sonriente al lado de priistas de varias latitudes de la entidad. ¿Esa felicidad será producto de que con la salida de Enrique Martínez y Martínez del gabinete de Peña Nieto y su intento fallido por llegar a ser el Gran Pastor del Priismo Nacional ve que se le han ido quitando los obstáculos en el camino? Por lo pronto, los panistas ya pararon las antenas y parecen decididos a volverle a arrojar piedras en su paso usando el argumento de que está descuidado la alcaldía por andar de calefacto.
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Y ya que estamos en la grilla, cuentan que en Durango las aguas se están moviendo de una forma extraña. Hace algunos días nuestros subagentes reportaron de la reunión de Octaviano Rendón Arce, alfil de la senadora Leticia Herrera, con Adán Soria, que es gente del senador Ismael Hernández Deras, con la idea de armar un frente político contra el gober Jorge Herrera. Pues ahora a Rendón y demás clientes de doña Lety se les ha visto muy cercanos al partido del Andés Manuel López Obrador. Dicen que ya han tenido algunos acercamientos y que en la reciente visita del “Peje” a Gómez Palacio, don Octaviano estuvo muy atento al discurso del excandidato presidencial que sigue en campaña. Cuentan los que saben que la senadora gomezpalatina, que suspira fuerte por la gubernatra, está prendiendo varias veladoras por si se le llegara apagar la de la vía independiente, por aquello de los “candados” que puso el Congreso duranguense a los candidatos sin partido. ¿Será posible que doña Lety esté pensando ser abanderada de Morena? Habrá que ver.
