‘Lo que caiga’. En la calle Simón Bolívar de la colonia Moderna, los vecinos dejan la llave abierta día y noche para almacenar un poco de agua. Tienen 15 días que no sale absolutamente nada. (Fernando Compeán)
Mientras que el gerente de Simas, Xavier Herrera Arroyo, asegura que se está cumpliendo con el compromiso que se hizo de dotar de agua a la población, ayer fueron los vecinos de la colonia La Moderna los que bloquearon el bulevar Constitución, a media cuadra de la empresa.
Fue por la falta de agua potable como un día antes lo hicieron habitantes de las colonias Plan de Ayala y Nueva Rosita.
Herrera admite que se han registrado acciones de protesta en diferentes sectores de la ciudad, pero dice que son menos que antes, porque ya se tienen avances en abatir el rezago histórico que se tenía.
"En lo que va de la actual administración municipal tenemos ya 8 pozos nuevos en operación y se ha atenuado la escasez en el suministro, que se registraba en años anteriores".
Hay dos situaciones particulares que no han sido favorables este año para haber logrado mayor eficiencia, explica.
Herrera Arroyo destaca la intensa temporada de calor que incrementó la demanda del líquido en las viviendas.
Pero además han ocurrido imponderables como la gran cantidad de "apagones" por parte de la Comisión Federal de Electricidad.
Explica que aunque sean breves interrupciones de la energía eléctrica, bastan para trastocar el servicio.
"Dado que la distribución de las bombas está por circuitos, tan sólo que falle uno de ellos, apaga 9 equipos y se perjudican decenas de colonias".
Herrera indica que por los "apagones" se han quemado equipos de bombeo y se tardan en reparaciones por lo menos 3 días.
Por encima de la afectación social que se genera al disminuir la presión o el abasto de agua en las colonias, también cuentan los daños económicos que resultan al dañarse las bombas, señala.
Mientras que por mes se tienen registrados por lo menos 30 apagones, también los equipos tienen fallas mecánicas y hay que sacar los motores para repararlos.
Las quejas contra el Simas se han generalizado en las últimas semanas por diferentes causas.
Por las fallas en bombas, por los "apagones", pero también porque en las colonias del poniente de la ciudad donde se maneja desde hace años el servicio tandeado, ahora se han reducido las horas de suministro.
Además, como fue el caso de la Plan de Ayala, los quejosos aseguran que el Simas incumple en el envío de pipas de agua para atender las necesidades básicas de los usuarios.
