Santiago, Chile.- La actriz mexicana Salma Hayek dijo a un periódico argentino que México es el lugar más difícil para recibir su reciente película, Frida, porque allí están las críticas más “violentas”, aunque también las respuestas más nobles.
“No vine a México a defender a esta película, este es el lugar más difícil para recibir esta película, porque aquí estarán las críticas más violentas, pero seguramente también las respuestas más nobles”, señaló al diario La Nación.
La actriz veracruzana agregó que “el problema es que en mi país hay gente que se cree crítica de cine cuando en realidad sabe muy poco de esto, llegan a la sala con la idea de que van a ver una biografía o leer un libro”.
En Frida, Hayek participa como protagonista y productora, a través de su propia compañía, Ventanarosa, de una producción internacional, hablada en inglés, acerca de la agitada vida de Frida Kahlo (1897-1954), la pintora mexicana más famosa en todo el mundo.
La historia relata la relación de la pintora con el no menos célebre muralista Diego Rivera, su activa presencia en el mundo cultural y mundano de la época, su activismo político y su abierta conducta sexual.
El reparto es encabezado por Alfred Molina (Rivera), Geoffrey Rush (Leon Trotsky), Ashley Judd (Tina Modotti), Antonio Banderas (David Alfaro Siqueiros), Valeria Golino (Lupe Marín, primera esposa de Rivera) y la argentina Mía Maestro (Cristina, hermana de Frida).
También actúan respetados actores mexicanos como Diego Luna (Y Tu Mamá También), Patricia Reyes Spíndola (La Reina de la Noche) y Margarita Sanz.
Edward Norton, actual pareja de Hayek, que encarna en el film a un joven Nelson Rockefeller, también participó en la producción y en la elaboración del guión de un film que, además, cuenta con la presencia de Chavela Vargas, que canta La Llorona.
La veracruzana explicó que a la hora de fijar el presupuesto del film, que se elevó a los 12 millones de dólares, la actriz se “agarró” de sus amigos, que se “arremangaron” y se entregaron al proyecto con mucha pasión, sin esperar sueldo”, admitió.
La película fue rodadada en México, incluso aquellas escenas ambientadas en Nueva York y París fueron recreadas en los estudios Churubusco, de la capital mexicana.
“Se puede hacer una película entera sobre los problemas de salud de Frida, otra sobre su arte o acerca de su compromiso político y nosotros elegimos dos cosas: primero, contar una historia de amor, y más precisamente de un amor incondicional”, apuntó. “Y segundo, añadió, fue tener el atrevimiento de meternos en la imaginación y en el mundo visual de Frida, que era tan vivaz” y para ello convocó a Julie Taymor, la directora de Titus y de algunas exitosas comedias musicales de Broadway.
“Yo quería que esta película fuera como una pintura que se movía y hay muy pocos que pueden lograr eso, Julie es la única que podía hacer Frida, tuvimos una primera reunión de cuatro horas donde surgieron todas las ideas que ella plasma en la pantalla”, subrayó.
Según Hayek, la verdadera Frida, de quien tanto se ha hablado en el mundo del arte, “es la que aparece en la película, alguien que nunca tuvo miedo de ser sí misma ni hizo lo que hizo sólo para agradar a los demás”.
“No podíamos hacer una película sobre alguien que tuvo el valor de ser diferente tratando de hacer concesiones para todo el mundo, quizá no sea una película para todos, pero estoy segura de que es para muchos”, precisó.
La artista concluyó que el filme “además es un regalo que le hacemos al mundo para que todos vean lo maravilloso que es México”.
