En el interior de los cementerios el ambiente era intenso, los rostros melancólicos comunes y paradóji-camente también los alegres derivados de la convivencia familiar. Canciones como Amor Eterno eran interpretadas una y otra vez por los grupos de música norteña que fueron muy solicitados entre quienes perdieron recientemente al ser amado. “¡Así, así tóquenla porque ésa le gustaba a mi madre!”, gritaba un hombre que con una mano limpiaba su llanto y con la otra sostenía una cerveza.
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En el interior de los cementerios el ambiente era intenso, los rostros melancólicos comunes y paradóji-camente también los alegres derivados de la convivencia familiar. Canciones como Amor Eterno eran interpretadas una y otra vez por los grupos de música norteña que fueron muy solicitados entre quienes perdieron recientemente al ser amado. “¡Así, así tóquenla porque ésa le gustaba a mi madre!”, gritaba un hombre que con una mano limpiaba su llanto y con la otra sostenía una cerveza.
En el interior de los cementerios el ambiente era intenso, los rostros melancólicos comunes y paradóji-camente también los alegres derivados de la convivencia familiar. Canciones como Amor Eterno eran interpretadas una y otra vez por los grupos de música norteña que fueron muy solicitados entre quienes perdieron recientemente al ser amado. “¡Así, así tóquenla porque ésa le gustaba a mi madre!”, gritaba un hombre que con una mano limpiaba su llanto y con la otra sostenía una cerveza.Fotos: El Siglo de Torreón y Agencias
03 de noviembre 2006
Miles de laguneros se congregaron en los cementerios para llevar flores a sus difuntos.