Miles de personas acudieron desde muy temprano a los panteones de la capital mexicana, para visitar a sus seres queridos. La mayoría de los deudos se dieron a la tarea, aunque sea una vez al año, de arreglar 'un poquito' las tumbas, regarlas y cortar la hierba que las invadía. En algunos se ocupaban de colocar y encender cirios para 'alumbrar' el camino de sus familiares, en el trayecto para reunirse con ellos.
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Miles de personas acudieron desde muy temprano a los panteones de la capital mexicana, para visitar a sus seres queridos. La mayoría de los deudos se dieron a la tarea, aunque sea una vez al año, de arreglar 'un poquito' las tumbas, regarlas y cortar la hierba que las invadía. En algunos se ocupaban de colocar y encender cirios para 'alumbrar' el camino de sus familiares, en el trayecto para reunirse con ellos.
Miles de personas acudieron desde muy temprano a los panteones de la capital mexicana, para visitar a sus seres queridos. La mayoría de los deudos se dieron a la tarea, aunque sea una vez al año, de arreglar "un poquito" las tumbas, regarlas y cortar la hierba que las invadía. En algunos se ocupaban de colocar y encender cirios para "alumbrar" el camino de sus familiares, en el trayecto para reunirse con ellos.Fotos: El Siglo de Torreón y Agencias
03 de noviembre 2006
Miles de laguneros se congregaron en los cementerios para llevar flores a sus difuntos.