Se limitó a dar unos pasos sobre la calzada de piedras, bordeada a ambos lados de setos muy cuidados sobre la que acababan de precederle doncellas de inauditos lugares, antes de volver a su nave y partir, dejando a su público admirado todavía por el regalo de tanta belleza y originalidad.
Se limitó a dar unos pasos sobre la calzada de piedras, bordeada a ambos lados de setos muy cuidados sobre la que acababan de precederle doncellas de inauditos lugares, antes de volver a su nave y partir, dejando a su público admirado todavía por el regalo de tanta belleza y originalidad.Foto: EFe, AP 05 de juilo de 2006
publicada el 05 de julio de 2006