FOCO86
Artistas wixárikas plasman sus cosmovisiones en la escultura monumental Kauyumari
Kauyumari
El marakame Julián Carrillo observa el paisaje de Torreón desde lo alto del cerro de las Noas. En sus ropas de lana sobresalen bordados azules hechos a mano, mientras el viento agita las plumas de su sombrero y también hace sonar las semillas que cuelgan del ala. Originario de San Andrés Cohamiata, una comunidad ubicada en el municipio jalisciense de Mezquitic, Carrillo lidera a un grupo de 18 artesanos wixárikas que llegaron a Torreón para trabajar en la escultura monumental del Centro Ceremonial Kauyumari, proyecto que tendrá la forma de una venada azul y es impulsado por la artista lagunera Leyla Brashka. Mientras cae la tarde, otros dos jóvenes wixárikas, José y Benita, dan una demostración de su trabajo en el tercer nivel de Puerto Noas. Con cuidado y precisión, colocan cuentas de chaquira sobre la superficie de una pieza metálica; crean cosmovisiones, mosaicos llenos de colores y de símbolos huicholes como el peyote (híkuri) o el venado azul (kauyumari). Se trata de un saber antiguo, una herencia que pasa de generación en generación. Todos en San Andrés Cohamiata son artesanos, asegura el marakame Julián Carrillo