'Se van pero no se olvidan, por eso venimos con devoción cada año, es el único día que viene uno hasta acá a ponerle agüita y arreglar un poquito”, dice Felipa García, quien hace cuatro años la mala fortuna le arrancó a su esposo de nombre Apolonio Montañés. Perdió la vida al sufrir un accidente en el vehículo en el que viajaba por carretera.
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'Se van pero no se olvidan, por eso venimos con devoción cada año, es el único día que viene uno hasta acá a ponerle agüita y arreglar un poquito”, dice Felipa García, quien hace cuatro años la mala fortuna le arrancó a su esposo de nombre Apolonio Montañés. Perdió la vida al sufrir un accidente en el vehículo en el que viajaba por carretera.
"Se van pero no se olvidan, por eso venimos con devoción cada año, es el único día que viene uno hasta acá a ponerle agüita y arreglar un poquito”, dice Felipa García, quien hace cuatro años la mala fortuna le arrancó a su esposo de nombre Apolonio Montañés. Perdió la vida al sufrir un accidente en el vehículo en el que viajaba por carretera.Foto: EL SIGLO DE TORREÓN
03 de noviembre de 2005