La escenografía jugó su parte... de repente, de los tambos, rines y demás accesorios colgados, de todas partes salió la música urbana, que ha llevado al grupo a alcanzar la fama mundial de que goza. En otro momento, con las luces apagadas y con encendedores en mano crearon una escena inolvidable para los casi mil 500 asistentes que correspondieron con un estruendoso aplauso. Y al final, después de tanto ruido, el silencio...
La escenografía jugó su parte... de repente, de los tambos, rines y demás accesorios colgados, de todas partes salió la música urbana, que ha llevado al grupo a alcanzar la fama mundial de que goza. En otro momento, con las luces apagadas y con encendedores en mano crearon una escena inolvidable para los casi mil 500 asistentes que correspondieron con un estruendoso aplauso. Y al final, después de tanto ruido, el silencio...Fotos: El Siglo de Torreón
publicada el 29 de junio de 2005