El Ángel de la Independencia fue testigo, de nueva cuenta, de la euforia azul y oro. El bicampeonato de los Pumas y la visita del equipo al monumento histórico, hicieron que el Paseo de la Reforma se convirtiera en un río de gente, todos aficionados felinos. Aunque lo fueran por una velada...
El Ángel de la Independencia fue testigo, de nueva cuenta, de la euforia azul y oro. El bicampeonato de los Pumas y la visita del equipo al monumento histórico, hicieron que el Paseo de la Reforma se convirtiera en un río de gente, todos aficionados felinos. Aunque lo fueran por una velada...Fotos:AP y Reuters 12 de diciembre 2004.
publicada el 12 de diciembre de 2004