Una noche difícil para algunos, quienes tuvieron que dividir su afición por los Pumas y su fe por la Virgen de Guadalupe. Al final, se envolvieron en sus banderas auriazules y tomaron rumbo hacia la Basílica.
Una noche difícil para algunos, quienes tuvieron que dividir su afición por los Pumas y su fe por la Virgen de Guadalupe. Al final, se envolvieron en sus banderas auriazules y tomaron rumbo hacia la Basílica.Fotos:AP y Reuters 12 de diciembre 2004.
publicada el 12 de diciembre de 2004