María Luisa López Nava caminaba desesperada por las vías del ferrocarril, entre lágrimas comentó que se dirigía a la presidencia municipal para pedir ayuda porque el agua seguía metiéndose a su vivienda y sus muebles se habían echado a perder.
“De por sí que uno no tiene nada y con estas broncas”, dijo la mujer, quien soltó el llanto cuando recordó que minutos antes había tenido que sacar en brazos a sus nietos, Diana Gabriela y Kevin Antonio, de cinco y cuatro años respectivamente.
Calle Urrea en Gómez Palacio
15 de 44
»
María Luisa López Nava caminaba desesperada por las vías del ferrocarril, entre lágrimas comentó que se dirigía a la presidencia municipal para pedir ayuda porque el agua seguía metiéndose a su vivienda y sus muebles se habían echado a perder.
“De por sí que uno no tiene nada y con estas broncas”, dijo la mujer, quien soltó el llanto cuando recordó que minutos antes había tenido que sacar en brazos a sus nietos, Diana Gabriela y Kevin Antonio, de cinco y cuatro años respectivamente.
Calle Urrea en Gómez Palacio
María Luisa López Nava caminaba desesperada por las vías del ferrocarril, entre lágrimas comentó que se dirigía a la presidencia municipal para pedir ayuda porque el agua seguía metiéndose a su vivienda y sus muebles se habían echado a perder.
“De por sí que uno no tiene nada y con estas broncas”, dijo la mujer, quien soltó el llanto cuando recordó que minutos antes había tenido que sacar en brazos a sus nietos, Diana Gabriela y Kevin Antonio, de cinco y cuatro años respectivamente.
Calle Urrea en Gómez PalacioFoto: El Siglo de Torreón
23 de julio de 2004