“Por fin de nuevo en Durango después de mucho tiempo. Muchas gracias”, dijo al terminar la primera pieza y volver a reconocer el trabajo de sus pequeños acompañantes.
“Por fin de nuevo en Durango después de mucho tiempo. Muchas gracias”, dijo al terminar la primera pieza y volver a reconocer el trabajo de sus pequeños acompañantes.Era el penúltimo día de la Feria Nacional Durango. La Velaria lucía diferente, decenas de sillas y atriles esperaban a ser ocupados por los niños y jóvenes que integran la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca (OSEA).
Autor: JORGE CANDELAS, publicada el 04 de agosto de 2019