Los más fuertes o temerarios, enganchados a una escalerilla o unas barandas habilitadas para la ceremonia, realizan varias inmersiones mientras recitan una jaculatoria. Sin embargo, la mayor parte entra y sale del estanque como alma que lleva el diablo, limpios de espíritu pero ateridos, y alguno que otro amoratado.
Los más fuertes o temerarios, enganchados a una escalerilla o unas barandas habilitadas para la ceremonia, realizan varias inmersiones mientras recitan una jaculatoria. Sin embargo, la mayor parte entra y sale del estanque como alma que lleva el diablo, limpios de espíritu pero ateridos, y alguno que otro amoratado.Foto: AP, EFE, Reuters 19 de enero de 2004.
publicada el 19 de enero de 2004