La última visita estuvo marcada por su ya deteriorado estado de salud y una excesiva comercialización de la imagen papal, sobre todo por las televisoras, que explotaron hasta el cansancio el fervor religioso de un pueblo que vivía, a veces con dolor propio, la ya frágil figura de un Papa anciano y enfermo.
La última visita estuvo marcada por su ya deteriorado estado de salud y una excesiva comercialización de la imagen papal, sobre todo por las televisoras, que explotaron hasta el cansancio el fervor religioso de un pueblo que vivía, a veces con dolor propio, la ya frágil figura de un Papa anciano y enfermo.Fotos: Archivo de El Siglo de Torreón. 2 de abril de 2009.
publicada el 01 de abril de 2008