El Museo ‘Guillermo Ceniceros’ ya no es ese espacio que albergaba parte de la obra del maestro duranguense de quien lleva su nombre, mucho menos el lugar donde se exponía el trabajo de otros creadores. Ahora es tétrico, opaco, es una casa embrujada de los 80’s. Es el escenario principal de la cinta ‘El diario de Karem’.








