El arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez se asumió como un pastor y un profeta para Durango, sin miramientos para levantar la voz por la Iglesia, cuando resulte necesario.











DURANGO
El arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez se asumió como un pastor y un profeta para Durango, sin miramientos para levantar la voz por la Iglesia, cuando resulte necesario.