Con Street Child, Elan se pone a la altura de las grandes cantantes de rock, digna de ser mencionada en cualquier revista respetada de música a nivel internacional. Este su primer disco es un homenaje a la música, a la libertad creativa y al arte de una mujer latina en el nuevo milenio.En sólo cuatro minutos, las cuerdas fundieron dramatismo y vitalidad, los más fieles seguidores de la tapatía entonaron la canción, y ella, Elan, se mostró más tranquila al percatarse que su música gusta en la Comarca Lagunera.
Elan terminó su concierto a las dos de la madrugada.Los trece temas que la rubia interpretó, valieron la hora y media de espera; estaba previsto que su espectáculo iniciaría a las once de la noche del sábado, pero fue hasta las 12:36 cuando la nueva artista comenzó a tocar el piano acompañada en la batería por Michelle, Carlos Padilla en el bajo, y su hermano Jan Carlo en la guitarra.Definitivamente, la madrugada del domingo los jóvenes reunidos no bailaron al ritmo de la música de Elan ni se divirtieron con sus letras; lo suyo fue más allá. Por medio de Leave Me, Hideaway, They Came From the City y Like Me transmitió todo el amor, la pasión y el dolor que ha vivido desde su niñezQuienes conocían su propuesta cien por ciento en inglés, sabían de la mezcla de soul, rhythm & blues, rock clásico y algo de pop que incluye en sus canciones; de su potente voz y de la influencia innegable que tiene de Janis Joplin, Lennon, Dylan, Hendrix, Floyd, Zeppelin y Billie Holiday. Mientras tanto, aquellos que no sabían de su existencia, se encontraron con una chica de 20 años, mexicana, muy talentosa y que en países como Australia es un verdadero éxito.El embrujo se dio inmediatamente. Más allá del excelente juego de luces y el buen sonido, fue la música de Elan la que cautivó al público que asistió la noche del sábado a una discoteca del oriente de la ciudad.