Armado con una gran lista de éxitos con los que le canta al amor, al desamor y a la vida, Carlos Rivera inició una guerra musical en la ciudad. Su ejército de miles de fans se dio cita ayer en la Velaria de la Feria Nacional Durango para entregarse en el campo de batalla y conquistar a la noche y al escenario que en repetidas ocasiones ha pisado el intérprete mexicano.