Tras una serie de declaraciones por parte del Gobierno de Bolivia y de México, se complicaron el día de ayer las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. (ARCHIVO)
Tras una serie de declaraciones por parte del Gobierno de Bolivia y de México, se complicaron el día de ayer las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
La tensión entre ambos Gobiernos creció en el momento en que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, anunciara que acudiría a la Corte Internacional de las Naciones Unidas para denunciar hostigamiento a las sedes diplomáticas en la ciudad de La Paz, capital de Bolivia.
Durante dicha declaración, Ebrard puntualizó: "¿Qué es lo que planteamos? Que se preserve y se respete la integridad de las instalaciones y de quienes están al interior de esas instalaciones, que se consideran parte del territorio mexicano".
El canciller recalcó que fue el 23 de diciembre cuando aparecieron fuera de las instalaciones de la Embajada y Residencia oficial al menos 90 elementos no solicitados por de la Policía y Fuerza Armada de Bolivia.
No obstante, las contradicciones comenzaron a surgir en las horas consecuentes cuando el Gobierno boliviano, liderado por la presidente interina Jeanine Áñez, aseguró que fue México quien solicitó en varias ocasiones reforzar la seguridad en sus sedes diplomáticas.
Las notas estarían fechadas el 19 y 29 de noviembre, según la ministra interina de Relaciones Exteriores, Karen Longaric.
La ministra interina de Exteriores añadió que en tres ocasiones la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, solicitó de manera verbal el resguardo de los recintos diplomáticos.
Ante las acusaciones, Longaric subrayó que Bolivia quiere tener "un trato respetuoso" con México, pero que no aceptará calificativos al Gobierno interino de Jeanine Áñez como "de facto" o "dictatorial".
Agregó la canciller boliviana que México debería considerar retractarse de la denuncia ante la Corte Internacional, pues acusó que se basa en presunciones.
Posteriormente, la cancillería mexicana reculó que la embajada mexicana en Bolivia sí solicitó el resguardo, sin embargo, añadieron que el operativo montado está fuera de proporción y solo busca intimidar a los habitantes de la representación diplomática.
La Secretaría puntualizó que la vigilancia que incluye la videograbación del inmueble y revisión a vehículos oficiales constituye una violación a la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
Entre las declaraciones vertidas sobre la situación, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, detalló que ni en tiempos de la dictadura chilena de Augusto Pinochet ninguna sede diplomática en México se vio en riesgo de ser violada.
No obstante, los dichos del mandatario fueron respondidos por el expresidente boliviano Jorge Quiroga, quien calificó al jefe del Ejecutivo mexicano como "un cobarde matoncito".
Añadió "que desconozcas tu historia se comprende, ostentar tu ignorancia es ridículo, México rompió relaciones con Chile 16 años. Parece que tu nuevo referente ahora son Echeverría y el PRI de los 70. ¿No te da vergüenza? Tu servilismo a Maduro deshonra al gran México".
