Los muchachos recurrieron a una medida drástica pero efectiva para no ser sancionados. (ESPECIAL)
Cuatro alumnos de la escuela secundaria Longhill de Rottingdean, al sureste de Inglaterra, sorprendieron a maestros y a la directora tras recurrir a una curiosa y alternativa medida para contrarrestar el calor que los pantalones largos y oscuros les producían.
Resulta que algunos llevaron pantalones cortos ante las altas temperaturas, sin embargo, por no ser una vestimenta oficial de la institución fueron castigados y algunos más suspendidos por un día por parte de autoridades académicas.
Fue así como a cuatro estudiantes, todos ellos de 14 años de edad, encontraron la respuesta ideal al problema y mejor aún, sin ser sancionados: portar la falda del uniforme de las niñas.
De esta manera al llegar al colegio los profesores no pudieron hacer más que permitirles el acceso sin problema alguno, pues la prenda efectivamente formaba parte del uniforme autorizado por las normas de la escuela.
A raíz del incidente y de las medidas emprendidas por el grupo de amigos, padres de familia emitieron su malestar por las restricciones de Longhill, por obligar a los jóvenes a portar sus calurosos uniformes siendo los varones los más afectados.