@@CLIMA@@

El sismo, el despertar de México

Paola Astorga
Paola Astorga

La tierra tembló, lo que es normal, lo que no fue normal es que lo hiciera bajo millones de almas que viven sobre ella y en medio de un ajetreado día laboral, fue en ese momento que  se estiro, se convulsionó y eructó un sonoro rugido.

     Los relojes se detuvieron a las 13:14, sismo de 7.1 de intensidad, la historia de México empieza un nuevo capítulo:

 

CAPITULO 1. El Sismo cambio todo.

Al terminar el Sismo el silencio duro cinco segundos, los edificios empezaron a caer, a derrumbarse y esparcir el polvo sobre los rostros atónitos de los testigos que no lo podían creer, para otros que sobrevivieron el 85 fue un recordatorio de que todo regresa,  de nuevo todo volvía a pasar. Las edificaciones colapsaron sobre las vidas que incubaban. Tal vez fue en ese momento que renació lo que creíamos extinto: la desgarradora voluntad de vivir y ayudar a vivir.

       Tendremos  que relatar para las generaciones futuras, que en ese momento,  el corazón de México comenzó a latir, resurgió de esas cenizas de la historia que lo tenía hundido en su falta de orgullo, en su apatía nacional, después de todo es lo que pasa cuando vives pisoteado por malos gobiernos. Pero se oyó latir fuerte, más que el sismo genocida, como un ferrocarril desbocado por las calles, los brazos buscando ayudar surgieron por cada rincón, la cotidianidad se volvió a apoyar, gritar, juntar, cargar, donar, buscar, poner puños en alto.

      Las redes sociales fueron más rápidas y veráces que las cámaras de las televisoras. Los rostros polvorientos se hicieron virales por el mundo entero, se anunciaba: “México había caído pero estaba más vivo que nunca”. Cansancio no era una palabra que se usara entre los rescatistas.

     La vida y la muerte se cruzaban entre los escombros, los gritos de algarabía recibían a una, y los silencios y lágrimas recibían a la otra. Los puños en alto eran esperanza.

     No pasarían horas para que la nación entera respondiera al grito de auxilio de sus hermanos. Todos los mexicanos se comunicaron por las redes sociales, no se necesitó ninguna red oficial para saber qué hacer, en ellas se compartieron millones de veces lo que se necesitaba y donde, lo que en otros tiempos hubiera sido imposible. La ayuda empezó a llegar, a inundar las ciudades afectadas, pero como vulgarmente se dice: “la mierda siempre flota”, así llegó la “ayuda” de los gobiernos sacó la mano para que la ayuda fuera digerida por su voraz animal, la corrupción. El pueblo atacó por redes ese hecho, sería interminable mencionar todos los que hurtaron la ayuda de los mexicanos, sería más fácil mencionar los que no lo hicieron. El gobierno de Estados Unidos Mexicanos ha servido para dos cosas; para nada y para pura madre, y no es que lo necesitemos sólo le pedimos que deje la rapiña y recuerde que el 2018 esta tras ese horizonte que se ve más claro. Los jóvenes mexicanos levantaron la voz, y estamos orgullosos de eso. El cambio ya empezó, no sé si viene la revolución o 100 años de cambios y aprendizajes, lo que si sé es que ya empezó.

     Sigamos ayudando esto todavía no acaba, hay que apoyar para reconstruir a México. #FUERZAMEXICO

 

Síganme en Twitter @asdipao

Fotos más vistas en 15 días