“Reconciliacion”

Recuerda...

Si usted, pudiera ser verdaderamente consciente de todos sus juicios, vería que ellos son la razón de todas sus desgracias. Comentábamos anteriormente que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. - ¿Qué quiere decir imagen y semejanza? – Igual - ¿Qué quiere decir igual? - ¿Qué no somos ni mejor, ni peor que él – Sin embargo, Dios, siendo Dios, no nos ha juzgado – Dicen que va haber un “Juicio Final”, donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos, pero por lo pronto, esto no ha sucedido, sin embargo, nosotros ¿Qué tal somos para juzgar?- Creo que muy buenos – Dios sin habernos juzgado, ya nos perdonó- ¿Qué no envió a su hijo único, a su unigénito, a que viniera a morir por nosotros para redimirnos de todos los pecados - ¿Cuáles pecados? – pasados, presentes y futuros, ¡TODOS! – Y nosotros, ¿Qué tal somos para perdonar? – Creo que muy malos -  Es decir, buenos para juzgar, entonces ¿Somos mejor que Dios? – Malos para perdonar, entonces somos mejor que Dios y ya hubo uno que se creyó mejor que Dios, ¿Quién? – Lucifer, Satanás, El Diablo – ¿Y qué hizo Dios con él? Lo mando al infierno - ¿Y no estamos nosotros en un “infierno” cuando no perdonamos? –. A veces estamos en una fiesta disfrutando, gozando del ambiente de la reunión, cuando en eso llega alguien, que nos ha ofendido y que no hemos perdonado, aquella fiesta deja de ser tal, pues ya no podemos estar más ahí, nos provoca un fuerte dolor de cabeza, todo nos va a molestar de ahí en adelante y terminaremos por abandonar la reunión. Lo más dramático de la situación, es que aquella persona ni cuenta se da del daño que nos está causando, pues para él pasamos desapercibidos, no somos lo suficientemente importantes para causar daño, por lo tanto, los mismos afectados somos nosotros. 

Tal vez nuestro juicio sea tan grande, que ahora no solo cuando veamos o estemos ante la presencia de la persona odiada nos sintamos mal, sino que basta con que el lugar donde estamos sea frecuentado por él, y esto será suficiente para que nos eche a perder el día.

Asistí a la ciudad de San Pedro de las Colonia, Coah. A impartir una conferencia en la casa de la cultura de aquella ciudad, y en el intermedio se acercaron varias personas a saludarme. Una de ellas me decía que había tomado el curso conmigo hace once años en el Tecnológico y quería comentarme como le había ido en este tiempo y que los conceptos que entendió en aquel entonces le han ayudado mucho a verse a sí mismo y entender sus juicios pues una vez que encuentra el porqué de lo que le pasa a uno encuentra su camino y lo sigue fielmente.  

También me comentaba una señora con toda franqueza, que cuando empezó a leer mi columna “Familia Sirviendo a la Vida” en el diario “El Siglo de Torreón” hacía ya tiempo, no le gustaba la manera como yo escribía, pero tenía la costumbre de recortar algunos artículos para leerlos después y fue entonces cuando en su subconsciente pudo encontrar los juicios que le hacían ver por qué no le gustaba estos artículos, de qué forma se veía reflejada ella misma, y que por cierto ahora no se los perdía, que los recortaba y coleccionaba, cosa que le agradecí sinceramente, así como lo hago con quien me lee semana tras semana y espero algún día no muy lejano poderlos saludar en alguna conferencia, un curso o a través de la lectura de mi libro “Despertar…es”, que es como si estuviera charlando directamente con usted. 

Ahora compartiré con usted una técnica que le ayudará muchísimo para poder lograr la verdadera felicidad en su vida.

Hoy en la noche que ya se vaya a la cama y se acueste a dormir, cierre sus ojos, tome varias respiraciones profundas, relaje todos sus músculos, ponga su mente en blanco, es decir no piense en nada, deseche todos los pendientes y problemas del día, pídale a Dios nuestro Señor que lo asista, que lo acompañe en este proceso. Cuando esté listo, traiga a su mente (pantalla mental) a la o las personas que según usted más la han lastimando, más daño le han hecho, entonces dígale y siéntalo: “Fulanito, fulanita, te perdono todo lo que me has hecho en la vida” – y mencione exactamente qué fue lo que lo lastimó (aquellos malos tratos, aquel abandono, aquella infidelidad, aquella violación...). Pero también usted pídale perdón a aquella imagen por todo lo que usted ha hablado, pensado, sentido o actuado en contra de ella, mencionando clara y específicamente cada detalle.

Una vez que sienta que ya ha perdonado y que lo han perdonado, entonces imagine que lo abraza (haga el ademán físicamente, tome un cojín, una almohada, abrácelo) y dígale: “Te amo, te acepto como eres, pero ya déjame en paz, déjame vivir feliz, ya no me harás más daño en la vida”. Suéltelo y sienta como si saliera de usted, como si lo estuviera dando a luz, como si se desprendiera de su cordón umbilical y véalo caminar hasta que se pierda en el horizonte, hasta que se convierta en un punto a la distancia.

Este ejercicio hágalo tres, cuatro… las veces que sean necesarias, de forma continua, cuando usted pueda hablar, oír hablar, acordarse de esa persona y que ya no siente ninguna reacción dentro de usted, esa será la señal que efectivamente ha perdonado.

Para poder realmente “juzgar” a una persona, necesitamos conocer a fondo sus pensamientos, para ver cuáles fueron los motivos o razones para actuar de la forma en que lo hicieron, y para poder conocer esas razones, la única forma sería estar dentro de su mente, pero ¿Desde cuándo? Desde que fue concebido!!!

Es decir, necesitamos estar dentro del espermatozoide del padre y del ovulo de la madre en el momento de la concepción porque si ese niño fue concebido con odio, con miedo, con coraje, con resentimiento, etc., su actuación en la vida, no podrá ser de otra manera, por lo tanto él no será consciente de sus fallas o forma de ser.

Cuando a Jesús de Nazaret le dieron la bofetada en la mejilla izquierda, puso la otra. ¿Cuál otra? Usted dirá: “La derecha”, pero la Biblia no dice que la derecha, dice “la otra” y ésta fue la mejilla del entendimiento, es decir, Cristo comprendió cual era la razón de las acciones de la gente, pues aun cuando lo estaban martirizando en la Cruz, todavía se atrevió a pedir perdón por sus verdugos, diciendo: “¡Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen!”. Y sinceramente, cuando yo observo a alguien que esta manejado por un juicio y lo veo sufrir y reaccionar, solo me viene a la mente esa frase: “Perdónalo Señor, porque no sabe lo que está haciendo”. Pues el primero que habrá de lastimarse, dañarse y al final acabar con su vida, será él mismo.

Tal vez usted piense que no existe ninguna persona a la que le haya hecho algún juicio, o la que de alguna manera usted sienta que la haya lastimado, por lo que sinceramente lo felicito, solo que también debemos pensar en eventos o actos, de los que estemos lastimados, como puede ser la muerte de un ser querido, un accidente en que hayamos quedado lisiados, el cachar a tu pareja siéndote infiel, un divorcio en que los hijos quedaron traumados, etc., es decir, alguna situación que no nos haya gustado como sucedió y que quisiéramos cambiar.

También a esta situación, le voy a pedir que traiga a su mente y haga el mismo proceso que con las personas. Algunas personas están tan enojadas con Dios, porque según ellas, no les concedió la gracia o la petición que se le hizo y no quieren volver a oír hablar de Él, por lo que si algo parecido a esto ha sucedido en su vida y usted está resentido con ese Dios interno, también a Dios póngase frente a Él y reconcíliese, tómese nuevamente de su mano, pues tal vez la razón que no le concedió el milagro, era porque así se necesitaba, así le convenía a usted de alguna manera, pues Dios “Nunca se equivoca”. Dios dice que si pudiéramos ver con los ojos con que Él nos ve, le pediríamos exactamente lo que estamos viviendo hoy.

Quizás de momento no tengamos explicación del porqué de las cosas, pero cuando al correr de los años, estas se acomodan, tenemos otros satisfactores, entonces es cuando decimos: “Que bueno que me paso esto, o aquello!!!”, “Si no hubiera sido por aquello, yo no hubiera hecho esto, que a la postre fue mejor!!!”

Así que aquí tiene usted otra llave o clave para disfrutar mejor la vida, que siendo tan corta, no tenemos por qué echarla a perder con estas tonterías... Dios te bendice y te acoge!!!

Despertar...es

 “La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”.  

A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 830 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com  

“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”

Germán de la Cruz Carrizales

TORREON, COAH. MÉXICO

MMXXV