¿Súper peso?

Rock Rodríguez
Rock Rodríguez
La canasta básica en 2018 tenía un costo de $245 pesos, misma que ahora en 2023 cuesta $475 pesos, es decir un 94% más.

Durante las últimas semanas el Gobierno Federal ha destacado el valor del peso frente al dólar y se ha llegado a denominar como súper peso, ya que el viernes pasado alcanzó la fortaleza más alta desde septiembre de 2017 con un tipo de cambio de $17.96 pesos por cada dólar. Esto parece ser un claro indicador de bienestar en la economía del país, sin embargo la realidad es que el incremento de precio en la canasta básica tan sólo en enero de 2023 registra un encarecimiento del 11% con respecto al año pasado, según el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) y si tomamos la cifra del Inegi, se eleva hasta el 14%. Así pues, una cosa no lleva a la otra, pero sí tienen qué ver y es a lo que vamos. En primera instancia, una de las más importantes razones de que el peso gane terreno, es la debilidad del propio dólar causada por el endeudamiento público y la inflación de Estados Unidos, sin contar que para los días en que el tipo de cambio fue de los mejores, acababa de darse el anuncio de la construcción de Tesla en Monterrey. ¿Casualidad? No lo creo.

Así pues, los beneficios de que el dólar baje de precio con respecto al peso son para quienes compran mercancía en dólares. Claro, con menos pesos compras lo mismo en el extranjero y esto beneficia a las pequeñas y medianas economías que viven de importar y vender bienes: compran más “barato” y venden al mismo precio. Así mismo las empresas que compran sus insumos en dólares obtienen una clara ventaja en sus costos de producción, con lo que pueden incluso ser más competitivos en el mercado al bajar el costo de sus productos y esto sí beneficia al ciudadano “de a pie”, sin embargo, de ahí en más hay pocos beneficios para la población en general y puede generar el efecto inverso en algunos casos, por ejemplo, para las familias que reciben dinero del extranjero los dólares ahora valen menos, y si lo sumamos al incremento de precio de los alimentos sólo por comenzar con algo, el dinero transferido a pesos ahora no alcanza para lo mismo, por lo que el paisano ahora tiene qué enviar más billetes verdes. En resumen, realmente no es un súper peso, porque si bien su valor no alcanzaba esos niveles desde 2017 frente al dólar, en territorio nacional el dinero hoy alcanza para menos.

Según un estudio realizado por Carlos Lopez Jones, consultor y director de Tendencias Económicas y Financieras, la canasta básica en 2018 tenía un costo de $245 pesos, en ese entonces el dólar costaba $19.55 pesos en promedio, lo que significa que abastecerla costaba unos $12.53 dólares. Ahora en 2023 la misma canasta tiene un costo de $475 pesos, es decir casi un 94% más, y aún con que el dólar esté en $18.13 como lo estuvo el día de ayer, ese costo sería de $26.20 dólares, más del doble que en 2018. Así que ¿dónde está el súper peso? Francamente los argumentos para decir que tenemos una estabilidad económica basada en el costo del dólar son una falacia, porque no refleja el poder adquisitivo que tiene el ciudadano. ¿O usted qué opina?

Tesla

Lo que sí es una buena noticia es la anunciada construcción de una planta de Tesla en Monterrey. Y digo buena noticia porque aún cuando el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ya había tenido pláticas muy cercanas con Elon Musk para concretarla, el gobierno federal quería “meter pata” en la llegada de la transnacional amenazando con no otorgar los permisos necesarios para su construcción, argumentando falta de agua en la región, pero el agua que se necesita es tratada, no potable y Monterrey cuenta con bastante de ella, razón por la cuál no le quedó de otra al jefe del ejecutivo que dejarla instalarse (por fortuna). Sólo que ahora también se anda colgando la medallita y pues no es de ahí. ¿No cree?

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