Mientras haya vida

Armando Castil Rosell
Armando Castil Rosell

Mientras haya vida 

No voy a cuestionar esta vez el “cómo”. Santos Laguna fue a Monterrey como víctima segura ya no digamos de derrota sino de goleada, pues no, los Guerreros se trajeron botín completo, de pasada rompieron una racha larguísima de no ganar en la Sultana que ya daba pena ajena. El resultado inesperado de la jornada cayó en un encuentro que enfrentaba al líder de la competencia contra el lugar catorce. Los partidos hay que jugarlos dijo un sabio argentino y a todos se nos olvida, aunque esta vez era perfectamente normal esperar una derrota santista hasta escandalosa que dejaría a los muchachos de Fentanes con pie y medio afuera del repechaje. 

El partido llevaba su curso normal, Rayados se había adelantado con un gol de Rogelio Funes Mori y parecía que venía la goleada, sin embargo, Saltita González se mandó un gran pase para Javier Correa que después encontró también de gran manera a su compatriota Juan Brunetta quien empujó la pelota al fondo, gol del Santos, a reiniciar todo, juego nuevo dirían los beisboleros. 

Jugada clave, Diego Medina debió ser expulsado por patear sin querer pero con fuerza excesiva y total imprudencia al arquero de Rayados Luis Cárdenas. El árbitro la consideró una jugada futbolera y no pasó nada, bueno, el Mochis tuvo que salir de la cancha lesionado. Rogelio Funes Mori si vio la roja después por reclamar airadamente una decisión muy polémica que parecía penal en su contra, Santos tenía mayoría en la cancha pero después Lucas González se hizo expulsar por una plancha contra un rival. Diez contra diez, partido roto, ya todo podía pasar. Pasó que Rayados por más que insistió no la pudo meter y al final del partido, el tercer portero Rayado Fernando Hernández derribó a Harold Preciado inocentemente dentro del área, mandó al árbitro al VAR y el de negro regresó con la buena nueva, penal, Preciado lo cobró como los grandes y sellaba la victoria histórica de los Guerreros. Haya sido como haya sido. 

Del lugar catorce al nueve, del ánimo de velorio a una fiesta en el vestidor. Así es el futbol y así es nuestra querida y odiada Liga MX. ¿Qué sigue? Batallar con el desahuciado Querétaro, ¿vendrá muerto o con ganas de hacer travesuras? Ya lo veremos el domingo que viene. Lo único cierto hoy es que el Santos revivió, de la muerte segura pasó a ganarse otra oportunidad de mejorar y pelear como a su afición le gusta. 


TWITTER @manyecastil 

Fotos más vistas en 15 días