La era Cocca

Armando Castil Rosell
Armando Castil Rosell

La era Cocca

Gracias por todo mi querido Chabelo. Acordarme de ti significa revivir los momentos más felices de mi vida. Descansa en Paz. 

¿Pues que esperaban? Otra vez vamos a caer en el mismo error de siempre, pensar que un nuevo Director Técnico puede hacer algo distinto con los mismos jugadores prácticamente. Salvo dos o tres maquilladas, nuestro TRI sigue siendo el mismo. Es un equipo que debe ganar ganar en su zona CONCACAF ya sin pedir buenas formas, que se gane y ya. Un equipo que cuando enfrente a rivales de jerarquía esperar que compita de tú a tú y que por ahí con un milagro y con atajadas heroicas de Memo Ochoa se lleve el triunfo. Esa es nuestra realidad hoy. Disculpen la sinceridad. No están obligados a compartir mi punto de vista pero si a no volverse a creer el cuento de que estamos para ser de los mejores ocho del mundo, de caer en esa broma ya basta. 

Nuestra selección mexicana lamentablemente está marcada eternamente. Es un gran negocio y jamás se planteará un proyecto deportivo que ponga en peligro un solo dólar de lo que el TRI genera. Jugaremos siempre en nuestra mediocre zona, no se buscarán partidos de preparación de gran nivel, seguirán los partidos moleros, las convocatorias engaña bobos y hasta el grito de “P**O” por los siglos de los siglos. Ya no se desgaste, volteé a ver otros deportes en donde sí somos potencia como el Box, la UFC o hasta el beisbol, ya no sufra por el futbol, para eso está nuestra Liga MX, con ella basta y sobra. Del fracaso en Qatar 2022 no se aprendió nada, van a lo mismo y ahora a lo grande, un negocio histórico que será un proceso sin eliminatorias y que cerrará con un mundial en nuestro territorio. 

Aquí el villano no es Diego Cocca ni Memo Ochoa que quiere su sexta copa, tampoco los medios de comunicación que simplemente hacen su trabajo analizando y vendiendo algo de humo, menos los títeres que están como directivos antes de los dueños, es más, si yo fuera dueño del futbol mexicano, tampoco dejaría pasar este negocio. Por eso le digo, nuestra selección tiene una especie de maldición eterna, sin salida, sin antídoto. El producto selección mexicana de futbol será exprimido y siempre habrá de dónde sacar algo, dos mercados hambrientos de futbol y uno de ellos lleno de nostalgia, México y Estados Unidos. 

No es que me baje del barco, simplemente tanta basura y engaños me bajaron. 


TWITTER @manyecqstil 

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