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“PERSONALIDAD” (4ª. Parte)

German de la Cruz Carrizales
German de la Cruz Carrizales

 

Recuerda…

Continuación…

Porque pasará todo esto en el mundo: violencia, droga, robos, divorcios, corrupción, lucha de poderes, peleas del hombre por el hombre, porque si el hombre es flaco quiere estar más llenito, si estamos bajitos quisiéramos estar más altos, si tenemos el pelo lacio lo quisiéramos tener chino, si somos hombres quisiéramos ser mujeres o viceversa, ¿por qué pasara todo esto? Entonces muchos comentan, por la influencia de los medios. Sí, pero cuál es la raíz, por egoísmo, por ambición, etc., la verdad todo esto pasa por que el hombre; “No se acepta como es, porque no nos aceptamos como somos”. Si solo ese concepto lo pudiéramos entender, ¡aceptarnos como somos! nuestra vida seguramente daría un giro de ciento ochenta grados. Pero cuantas veces cuando alguien te dice algo, cuantos agradecemos que nos digan las cosas. Por ejemplo: -te voy a decir algo que me vas a agradecer toda la vida- ¡Que gorda estas! Cuantos lo agradecemos. Generalmente nos enojamos, se la reviramos, lo consideramos nuestro enemigo. Mira, mira botijona, mírate en el espejo. ¿Nos están diciendo mentiras? Somos capaces de ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.

El hecho de ser únicos, porque no hay nadie igual a nosotros, nos lleva a la conclusión de que somos el número uno, pero ¿nos consideramos el número uno?, ¿actuamos como el número uno? Qué pasaría si nuestra pareja nos evaluara como pareja, ¿pasaríamos la prueba de ser el número uno? La mejor pareja. Qué pasaría si nos evaluarán nuestros padres como hijos, ¿pasaríamos la prueba? Qué pasaría si nos evaluarán nuestros hijos como padres, ¿pasaríamos la prueba de ser el mejor padre, el número uno? Hagámonos la pregunta, si nos evaluarán nuestros jefes o clientes, según nuestra actividad, si nos evaluarán como mexicanos, ¿seriamos el número uno, el mejor? Qué pasaría si Dios frente a nosotros nos evaluara como sus hijos, ¿pasaríamos la prueba de ser el número uno? Y si no actuamos como el número uno, entonces ¿De qué nos quejamos?, ¿de que no nos va como quisiéramos? Así que una manera de lograr lo que queremos en cualquier ámbito es, actuar como números uno, los mejores en todo aspecto, y verán lo que son los milagros, lo que nos negamos a tener por nuestras actitudes. ¿Y usted que piensa, de que se queja?

Cada uno de nosotros es una joya exclusiva, una piedra preciosa, invaluable, porque somos únicos en el mundo, es decir, no hay entre los siete mil cuatrocientos millones que somos a diciembre de 2016 en el planeta, otra persona igual a nosotros, con nuestras características físicas, nuestro modo de pensar, nuestra forma de actuar, nuestro timbre de voz, nuestras capacidades y habilidades, nuestra forma de vestir. Es decir, somos únicos. Pero ¿nos sentimos así? Realmente ¿queremos ser el número uno? El comportamiento en nuestra familia, en nuestro círculo social, en nuestra ciudad ¿hace sentir que somos el número uno? En el teatro de la vida en qué lugar nos sentamos, en la primera fila, en la segunda, ¿en la última? Cuantas veces hay lugares disponibles adelante y nos hablan para ocuparlos, ¿pero qué hacemos? Tomamos la silla y nos la llevamos para atrás. ¿Por qué? Porque no nos gusta, no sabemos o no queremos ser el número uno, y luego nos quejamos que no nos toman en cuenta, de que no se nos aprecia, de que no se nos da el lugar que merecemos. Pero si nosotros mismos no nos apreciamos, ¿Cómo queremos que los demás lo hagan?

Ser el número uno tiene sus obligaciones y responsabilidades, y tal vez sea esa la razón de no querer serlo. Porque es muy cómodo culpar a otros cuando las cosas no salen bien, porque no queremos molestarnos en pensar, en iniciar algo. Piense en esto, analice su situación y no importa cuál sea su actividad en la vida, actúe como el número uno. Si su trabajo es barrer, hágalo como el mejor, si va a tomar dictado, hágalo como el número uno, si va a entregar un pedido, que no haya otro como usted. Que sus hijos, su pareja, su jefe, sus amigos, su patria, Dios y sobre todo usted mismo, se sienta orgulloso de su situación.

Viendo la televisión aparece un comercial que nos dice, intestino delgado 200,000 pesos, intestino grueso 400,000, vaya si cuestan. Si hiciéramos una lista de todos nuestros órganos, aparatos y sistemas y tuviéramos que ponerle un precio a cada uno de ellos ¿cuánto valdría nuestro cuerpo? Mucho seguramente, ¿pero cuánto sería mucho? Pues no tiene valor definido, es incalculable. Imagina a una persona que tiene muchísimo dinero y que es invidente, diciéndote: ¿me vendes tus ojos? Cuanto quieres que le ponga al cheque, porfa, véndeme tus ojos. ¿Se los venderíamos? Seguro que no, pero aquellas personas que fuman en cuanto valoran su salud, en nada. Aquellas personas que se enojan y son corajudas, cuando producto de su enojo se vuelven hipertensas o diabéticas, ¿en cuánto valoran su salud?, en nada. Aquellas personas que son alcohólicas y pierden toda noción de lo que hacen, ¿en cuánto valoran su vida? Hay muchos casos, como aquella persona que tenía miedo a las cucarachas, y en una borrachera veía claramente que una cucaracha de gran tamaño se venía acercando a él, con valor se enfrenta y acaba con ella, pero cuando tiene conciencia a quien agredió gravemente fue a su hijo de cinco años a quien adoraba y confundió en su delírium trémens con una cucaracha. Una persona que tiene alguna adicción, sabe que la adicción lo va a llevar a perder su trabajo, su familia, pero en ese momento no nos importa, no valoramos lo que tenemos. Y usted, ¿valora realmente su cuerpo, su salud? Si nos ponemos a pensar en los 4,600 millones de años que tiene el planeta tierra de existir, comparada con los 70 o 100 años que en promedio vamos a vivir, ¿cuánto contribuye nuestra existencia a todo ese tiempo? Nada, una milésima de segundo, un suspiro, un parpadeo y si todavía esa milésima de segundo o suspiro que es nuestra vida, nos la vamos a pasar angustiados, molestos, enojados, enfermos, quejándonos ¿Cuál será entonces la razón de existir? Porque muchas veces es lo que hacemos solamente, existiendo, no viviendo. Continuará…

Dios te bendice y te acoge!!!

Despertar…es.

“La esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor. Y lo bueno nunca muere. Estaré deseando que estas palabras te encuentren, y te encuentren bien”. 

A la luz de nuestras familias, decía Jesús, “No me digas que me amas, dime como vives”. “La familia que ora unida, permanece unida”. INICIATIVA LAGUNA un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el MUNDO!!! Estoy a sus órdenes en la dirección electrónica: [email protected]. A través de Twitter: @Germandelacruzc Lo invito a visitar mi blog con más de 400 artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com 

 
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”
Germán de la Cruz Carrizales
                                                                          TORREON, COAH. MÉXICO

                                                                                         MMXVII

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