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Sensatez y sentimientos

Diana Miriam Alcántara Meléndez
Diana Miriam Alcántara Meléndez

Un interesante e importante tema que Jane Austen aborda en sus novelas es la constante presión social por alcanzar una posición social respetable, entiéndase adinerada, con reconocimiento y prestigio, para poder ser alguien a quien se escucha, con voz y voto, para, simplemente, ser considerado. Las personas, como lo señala la autora en sus novelas, deben tener cualidades y conocimientos, habilidades y saberes en ciencias, literatura, música y demás; a las mujeres en lo particular se les enseña (y exige) saber de las bellas artes, de las cuales deben hacer gala en las grandes ocasiones, entiéndase fiestas de sociedad.  Pero es el dinero lo que mueve a la sociedad (Capitalismo al fin), cuánto se tiene, cuánto se gana, cuánto se puede pagar y cuántos carruajes y sirvientes (de acuerdo con la época) se pueden solventar. Muchos de sus personajes actúan en relación directa ante tales estándares y, aunque algunos aprueben  y otros censuran esa realidad, no es algo que puedan, de manera inmediata, cambiar en sus vidas, dado su propio contexto socioeconómico en la Inglaterra en pleno proceso de industrialización capitalista.

Sensatez y sentimientos se enfrenta a esta realidad con una cruda pero romántica perspectiva a través de sus protagonistas, Elinor y Marianne Dashwood, dos jóvenes hermanas que, cuando su padre el señor Dashwood muere, quedan, de acuerdo con las reglas sociales que no permiten heredar nada a mujeres, sin un sustento económico. Elinor, la mayor, es decidida y racional, quien encontraría su propia forma de sustento si el contexto social se lo permitiera. Marianne es todo lo contrario, romántica y apasionada, se compromete con sus sentimientos con tal determinación que a veces su mente se preocupa más por el enamoramiento que por las dificultades de la vida diaria.

La novela ha sido trasladada al formato cinematográfico en repetidas ocasiones, una de ellas la del año 1995, dirigida por Ang Lee y con un guión escrito por Emma Thompson, quien además interpreta el papel de Elinor. Le acompañan, Kate Winslet como Marianne, Gemma Jones como la señora Dashwood, madre de Elinor y Marianne; Hugh Grant como Edward Ferras, Alan Rickman como el Coronel Brandon y Greg Wise como John Willoughby; entre otros más.

La práctica y razonable Elinor comienza a enamorarse de Edward, pero la falta de fortuna monetaria hace que la hermana de él, esposa de John Dashwood, hijo del primer matrimonio del señor Dashwood y heredero de sus bienes, los separa impetuosamente. Al mudarse a un sitio que se acomode al poco dinero que su tío John les ofrece, las hermanas Dashwood hacen amistad con sus benefactores, siendo la señora Jennings quien asegura se encargará de encontrar maridos para las señoritas. El Coronel Brandon muestra interés en Marianne, pero ella cae enamorada de John Willoughby, quien, aunque correspondiendo los sentimientos románticos con ella, termina casado con otra joven por motivos de herencia.

La historia representa cómo la sociedad se mueve de acuerdo con los estándares culturales y sociales de la época. Todo gira en torno al matrimonio, los bailes, las pláticas, las amistades, los intereses y las acciones. Ninguna de las jóvenes hermanas busca un matrimonio por querer crecer en la escala social, sino por querer enamorarse y vivir una vida plena y alegre, pero no todos comparten esa noble y romántica forma de pensar, después de todo, enamorarse y ser romántico no es lucrativo en una sociedad movida por la búsqueda de la ganancia.

Las jóvenes Dashwood pueden entender la importancia de encontrar un esposo que las apoye económicamente como forma de sustento y para atender la necesidad de sobrevivencia, pero su principal preocupación es salir adelante en el momento inmediato. Antes que ir a buscar un esposo, está el poder comprar los alimentos de la semana y eso explicaría su postura, calmada o soñadora según la hermana de la que se trate; sus prioridades no son las mismas que las de los demás.

La película hace énfasis en la desesperación amorosa de Marianne, ávida de experiencias, cortejo, socialización y romance; sus sueños alimentan su despertar sexual y su ingenuidad y ternura la llevan a ignorar las normas y costumbres sociales. Elinor, por su parte, demuestra ser más asertiva pero también más reservada; al descubrir el compromiso en matrimonio de Edward, su interés romántico, decide guardarse la información, no por no querer compartir, sino porque aunque puede sentirse dolida, carga con la responsabilidad de ser la fortaleza de su familia y eso para ella tiene más importancia.

La historia deja a la reflexión el balance entre sensatez y emociones, entre racionalidad y sentimientos. La avaricia, oportunidad  y conveniencia de un matrimonio acomodado y la decisión que puede llevar o no a él, ya sea que se toe basándose en el romance y las emociones o en la lógica y la razón, prudencia ante impulsividad, dejando una importante pregunta para sus personajes o para su público: ¿cómo elegir un matrimonio? ¿Por qué elegirlo y qué tipo de felicidad o satisfacción representa? ¿Qué compromiso adquieren las partes cuando se comprometen en matrimonio, más aún, cuando el enlace es consumado? Cabe señalar que siempre está abierta para imaginar, por parte del lector, cuál fue el devenir de cada uno de los personajes, después de leer la última oración de la novela.

La película recalca enfáticamente la diferencia entre clases sociales y su propia indiferencia hacia sí, además de subrayar la inequidad de género y cómo la sociedad ofrece menores oportunidades de crecimiento personal y social para las mujeres, hablando en el proceso de cómo algunas familias, incluso ante tales dificultades, sostienen una determinación por permitirse buscar oportunidades de libertad, incluso en el ámbito romántico.

Ficha técnica: Sensatez y sentimientos - Sense and Sensibility

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