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Sucedió una noche

Diana Miriam Alcántara Meléndez

Sucedió una noche (EUA, 1934) es una comedia romántica estelarizada por Claudette Colbert y Clark Gable en los roles protagónicos. La película relata la historia de Ellie, una heredera renuente a someterse a su padre y deseosa de casarse con un joven caza fortunas. Después de huir de su padre, Ellie toma camino hacia Nueva York para encontrarse con su prometido, pero esta chica de sociedad, mimada y acostumbrada a los servicios, tendrá que enfrentarse al mundo real, topándose en su camino con Peter, un reportero recién despedido, quien busca una historia para escribir y que está dispuesto a ayudar a Ellie a cambio de la exclusiva de su boda.

Existen diversos elementos que sobresalen en este que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un largometraje referente dentro del género de comedia romántica. Las situaciones y dinámica de los personajes son clave para el desarrollo de la historia y, por tanto, clave en el impulso de otras películas similares. La gracia y choque entre ambos personajes a lo largo de la historia ha sido base de películas variadas que se catalogan dentro del mismo rubro cinematográfico, desde “Dos bribones tras la esmeralda perdida” (México-EUA, 1984), hasta “Cómo perder a un hombre en diez días” (EUA-Alemania, 2003). La relación entre dos opuestos que terminan por complementarse.

En este caso Ellie es la representante de la comodidad, la hija mimada de un heredero, pero con encanto, postura, ingenuidad y vivacidad; contrastante con Peter, un hombre, conocedor, metódico, dicharachero e ingenioso, con absoluta sinceridad respecto a sus intenciones y absolutamente nada que perder.

La gran sorpresa de la historia es un guión, escrito por Robert Riskin y basado en la historia corta de Samuel Hopkins Adams, en donde, después de juntar a estas dos personalidades opuestas, se las ingenia para dirigirlos a una serie de aventuras y desventuras en el transcurso de las cuales tanto Ellie como Peter presumen de saberlo todo.

El tono es cómico, inteligente, ingenioso, dinámico, absurdo, aventurero y romántico que hace de éste un material tan atrayente para el público de ayer y de hoy; pero en especial, para el público de aquella época, que gracias a su contexto económico, político y social permitió que la película tomara un significado y una importancia de legado cultural como pocas lo logran hacer.

En aquel tiempo, según cuenta la historia, ni Colbert ni Gable se encontraban contentos por ser partícipes del largometraje; además, Columbia Pictures era considerado un estudio demasiado pequeño como para arriesgarse a un proyecto como tal. La productora estaba a punto de lanzar un enorme proyecto al mercado, incluso tal vez sin saberlo.

La película se convirtió en un gran éxito entre los espectadores y un gran éxito en las premiaciones. Nominada y ganadora de las cinco categorías más importantes de los premios de la Academia de 1935 (mejor actriz y actor principal, mejor guión, mejor dirección y mejor película).

“Sucedió una noche” fue y sigue siendo llamada una de las más importantes películas dentro del género de la “comedia excéntrica” (llamada “screwball comedy” en inglés) que se hiciera popular durante la Gran Depresión en los Estados Unidos, alrededor de las décadas de los años treinta y cuarenta, previo a la Segunda Guerra Mundial.

El ambiente depresivo y decadente alentaba a la sociedad a buscar entretenimiento fresco y alegre por lo que las comedias de este corte progresaron en los estudios y entre el público; pero previo a “Sucedió una noche”, pocos creían en la “seriedad” de este tipo de películas, o en la potencialidad de las mismas.

Con elementos que resaltan la diferencia entre clases económicas y entre el género masculino y femenino, así como la inserción de escenarios excéntricos y agudeza en la historia, se consideran entre otras películas de esta categoría: The Philadelphia Story (EUA, 1949), con Katharine Hepburn, Cary Grant y James Stewart, Cómo casarse con un millonario (EUA, 1953) con Marilyn Monroe y Lauren Bacall, Mr. & Mrs. Smith (EUA, 1941), dirigida por Alfred Hitchcock, What’s up, Doc? (EUA; 1972) con Barbra Streisand y Ryan O’Neal, Raising Arizona (EUA, 1987) de los hermanos Coen, o  Tienes un e-mail (EUA, 1998), de Nora Ephron; dentro del género de la farsa, también se incluyen algunas de las obras de William Shakespeare llevadas a la pantalla grande como “Sueño de una noche de verano” y “ La importancia de llamarse Ernesto”.

Sin duda, “Sucedió una noche” ha dado paso a muchas historias para ser contadas; si bien su estructura mantiene al espectador en una relación amigable, cordial y amena con los protagonistas, es su presencia y legado adaptable a cualquier época lo que la hace tan fresca, incluso más de 70 años después de haberse estrenado en las salas de cine.

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