¿Me quieres crucificar?

Decía un filósofo que la historia se repite dos veces, la primera como tragedia, y la segunda como farsa. Nuevamente la policía municipal de Torreón es protagonista. Un grupo grande por cierto, hace un paro de labores y demanda algunos puntos razonables como mejor salario y equipo, sin embargo, hay otras demandas incomprensibles.
Mientras afuera el crimen (des)organizado hace de las suyas, un grupo numeroso de policías se rebela. Como si las cosas no fuera graves ya, "las partes van por el todo" en cuanto a la profunda desconfianza de los ciudadanos hacia las corporaciones de seguridad.
Y si no, ¿cómo tomar el numerito de Juan Ramírez Baeza, director de seguridad pública en el municipio de Escobedo en Querétaro?