Heroína y militar desde edad muy joven, Juana de Arco, fue clave en la historia, particularmente militar, de Francia, convenció al rey Carlos VII de expulsar a los ingleses de Francia, tuvo autoridad y mando sobre ejércitos reales, destacando como mujer de gran carácter, notable, valiente, vigorosa y con una fe inquebrantable.
Entregada a los ingleses tras el fin del periodo de su rey, fue acusada de herejía, aprehendida, juzgada y condenada a morir en la hoguera, un día como hoy pero del año 1431, lo que impulsó aún más su fama.
En 1909 fue beatificada y en 1920 fue canonizada.
Cada aniversario de su muerte se celebra su festividad, según la tradición de la Iglesia Católica.