Trunco. Raymundo Verduzco, exsecretario de Salud, expone ante José Ángel Córdova, el proyecto. Córdova dijo que ya estaba el recurso.
En los últimos siete años se han anunciado dos ambiciosos proyectos hospitalarios de la Secretaría de Salud para Torreón, sin embargo, uno de ellos quedó en el "limbo" y otro más fue degradado.
Se trata de un Hospital General, anunciado por el entonces gobernador Humberto Moreira Valdés, que sustituiría al actual, así como el de Alta Especialidad (tercer nivel), que cumplió 10 años de su gestión y que finalmente fue bajado de categoría para convertirse en Hospital General (Segundo Nivel).
Las obras del nuevo nosocomio además están por cumplir 4 años de construcción, tiempo en el que sólo ha alcanzado un avance del 65 por ciento, según la última cifra dada por el Gobierno del Estado.
LA LUCHA POR UN HOSPITAL DIGNO
El Hospital de Alta Especialidad se gestiona desde 2004, año en el que se vio la necesidad de contar con mayor y mejor infraestructura hospitalaria en la región, dado su expansión y crecimiento poblacional.
El proyecto figuró incluso dentro del Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud 2001-2006 de la Secretaría de Salud Federal, cuando Julio Frenk era titular de la dependencia federal, y Vicente Fox Quezada, presidente de la República. En la gubernatura del estado Enrique Martínez y Martínez hacía lo propio.
Esto tuvo su fundamento además en las reformas a la Ley General de Salud que aprobó el Congreso en 2003, se estableció el sistema de protección social en salud, mejor conocido como el seguro popular, que pretendía dar seguridad social a quienes no contaban con ningún servicio de Salud.
En las reformas se estipuló la obligación de elaborar un Plan Rector de Infraestructura en Materia de Salud.
En aquel entonces el Gobierno federal anunció la construcción de Hospitales Regionales de Alta Especialidad (HRAE) en: Guanajuato; Ciudad Victoria, Tamaulipas; Ixtapaluca, Estado de México; Querétaro; Culiacán, Sinaloa; Chihuahua; Cancún, Quintana Roo; Mexicali, Baja California y Torreón, Coahuila, sin dar montos de inversión.
La construcción se establecía bajo un modelo denominado PPS (Proyecto de Prestación de Servicio) que contemplaba inversión privada.
Según registros hemerográficos de El Siglo de Torreón, en una visita que realizó a la región Julio Frenk Mora el 27 de mayo de 2004, el secretario dijo que "la construcción de un Hospital Regional de Alta Especialidad en esta ciudad es un proyecto contemplado para desarrollarse en los siguientes diez años y que permitirá satisfacer las demandas de atención médica de alto nivel de la población de escasos recursos".
Un año más tarde César Alejandro del Bosque Garza, quien estaba en aquel entonces como Jefe de la Jurisdicción -y actualmente ostenta el mismo cargo- dijo que el proyecto para la construcción de un hospital regional de tercer nivel, estaba próximo a realizarse, con la firma del convenio entre el titular de la Secretaría de Salud Federal, Julio Frenk Mora y su similar en el Gobierno del Estado, Berta Castellanos.
Anunció que la obra que sería licitada a capital privado, nacional e internacional, es de 500 millones de pesos para construcción y equipamiento. El Gobierno del Estado aportaría un terreno de seis hectáreas.
Pero el proyecto se volvió a mandar a la "congeladora".
LA PROMESA DE OTRO HOSPITAL
El 30 de mayo 2006 al presentar el Plan Estatal de Desarrollo para su sexenio, el entonces gobernador del estado Humberto Moreira Valdés, anunció la construcción del Hospital General que vendría a sustituir al actual.
En enero de 2007 Raymundo Verduzco, secretario de Salud, dijo que ese año podría concretarse la construcción del nuevo Hospital y que para la obra física se requerían 120 millones de pesos más el equipamiento y recursos humanos.
"Existe la posibilidad de que este mismo año inicie la construcción del nuevo hospital; ésas son las instrucciones de Humberto Moreira, gobernador de Coahuila. El 15 de noviembre nos reunimos con la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y de Senadores, y solicitamos el recurso para el inicio de la obra", comentó de manera textual.
Se pretendía que el Hospital General de Torreón se convirtiera en un centro de consulta externa y una clínica de displasia. Sin embargo, a pesar de la necesidad, el proyecto fue abandonado por las autoridades estatales.
DAN EL SÍ
En marzo de 2007 en una visita a la región, el entonces presidente de la comisión de salud en el Senado de la República, Ernesto Saro Boardman anunció la construcción del Hospital de Alta Especialidad en la región, cuya necesidad quedó manifiesta y reconocida desde 2004.
Dijo que la construcción comenzaría antes de que concluyera el año. José Ángel Pérez, quien fungía como alcalde de Torreón dijo que la inversión estimada era de 700 millones a 800 millones de pesos y que sólo se esperaría la autorización de la Secretaría de Hacienda.
Meses después durante la ceremonia de los 100 años de Torreón, Humberto Moreira anunció "regalos" para Torreón, entre ellos la aportación para la construcción de un Hospital de Alta Especialidad que sería "el más grande y moderno de todo Coahuila".
Sin embargo, no fue hasta que la ciudad tenía 103 años, cuando la obra comenzó y no como Hospital de Tercer Nivel, sino como una institución de segundo nivel, para sustituir a la que actualmente opera rebasado en su capacidad y con carencias severas de infraestructura e insumos.
Esto debido a que el secretario de Salud, Raymundo Verduzco, ni por el gobernador Humberto Moreira, continuaron con la gestión de recursos para el Hospital de Alta Especialidad, a pesar de que ya estaba autorizado.
Desde el anuncio de la construcción, se informó que serían 400 millones de pesos los que se invertirían: 200 millones para la construcción, y el resto para el equipamiento, inversión con la que prácticamente era imposible edificar un Hospital de Alta Especialidad.
Según especificaciones del entonces secretario de Obras Públicas y Transporte Jesús Ochoa Galindo, el Hospital General tendría más de 170 camas y equipamiento con tecnología de punta.
Se contemplaba una zona especial para la atención a personas con quemaduras, así como con todas las especialidades y subespecialidades médicas, tres quirófanos, unidad de cuidados intensivos (UCI), ultrasonido doppler y resonancia magnética.
Tendría neonatología, bacteriología, banco de sangre, urgencias y 18 consultorios, entre otras zonas. Estaría ubicado en un terreno de 60 mil metros cuadrados y el edificio quedaría en una superficie de 10 mil metros cuadrados, mientras que para el estacionamiento para 500 vehículos se utilizaría una superficie de 22 mil metros cuadrados (m2).
Además de 11 mil 300 m2 serían de áreas verdes, mientras que la explanada y las banquetas ocuparían cuatro mil 735 metros cuadrados.
La proyección de su término no se especificó, pero el primer sexenio moreirista pretendía acabarlo antes de que culminara la gestión de Humberto Moreira.
Incluso, dentro de la supervisión de la obra realizada el 3 de marzo de 2011, el entonces titular de la Secretaría de Salud Federal, José Ángel Córdova Villalobos, aseguró que el Gobierno federal había entregado a las autoridades de Coahuila un total de 150 millones de pesos para la construcción.
Dijo textualmente que "también tienen 53 millones de pesos del presupuesto de Egresos de la Federación que en el momento que los necesiten se los podemos transferir; además hay 75 millones de pesos del Seguro Popular para el equipamiento, más 45 millones de pesos que pondría el Gobierno del Estado, y ya con eso se completa todo".
La obra se encontraba en ese momento a un 10 por ciento de avance y con el recurso ya en manos del Gobierno del Estado, se pretendía terminarla en noviembre de ese mismo año.
Y aunque el recurso, según José Ángel Córdova Villalobos, fue destinado al Gobierno del Estado, la construcción no se concluyó y desde entonces a la fecha, ha ido a "paso de tortuga", pues en este tiempo sólo se avanzó un 55 por ciento, según el último reporte del Gobierno del Estado.
Luego de que tomara posesión Rubén Moreira, se dio a conocer que por la falta de recursos, el nosocomio en construcción sería de segundo nivel, por lo que perdería algunas áreas y especialidades.
En estos tres años las obras estuvieron paralizadas por largos períodos, y el último informe del Estado se menciona que están en gestión 50 millones de pesos que son necesarios para concluir al término del presente año, la construcción del Hospital.
Además se hace alusión de que "están por recibir 186 millones de pesos que serán destinados para el equipamiento".
El último informe además da fe de la degradación de la obra desde su inicio a la fecha, pues el número de camas censables descendió a 106, serán 14 consultorios y no 18, una superficie de 50 mil metros cuadrados y 9 mil 209 metros cuadrados de construcción.
El comunicado menciona un costo total de la obra de 200 millones de pesos que son aportados por el Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud. Es decir, que la inflación no afectó la construcción en estos 4 años, ya que desde su inicio se proyectó dicha cantidad.
Lo cierto es que hasta el momento los laguneros continúan a la espera de las obras en materia de salud que les brinden una atención digna, pues además de que los gobiernos en turno no cumplieron con la ejecución de los proyectos, actualmente el Hospital sufre serias carencias de infraestructura, material y medicamento.
El problema ha sido denunciado desde el año pasado, sin embargo, se ha atendido de manera parcial por el gobierno, lo que ha ocasionado que los usuarios tengan que solventar algunos gastos. Según usuarios también en esto se refleja el desinterés de las autoridades en turno.
Las quejas de la ciudadanía además se han vertido en el sentido de que a diferencia de Torreón en los dos sexenios moreiristas (Humberto y Rubén) se ha privilegiado la infraestructura hospitalaria de Saltillo.
En el primer año con la construcción del ISSSTE, el Hospital General y el Centro de Atención Geriátrica por mencionar algunos. Mientras que en la administración actual, con los proyectos del Hospital Oncológico, así como el Materno Infantil.
A diferencia de Torreón, Saltillo, en los últimos dos sexenios, sí ha visto concretado sus proyectos, mientras que en la región Lagunera sólo las "buenas intenciones" han abundado.
AÑOS
Está por cumplir el inicio de las obras del HG
