Un grupo de los llamados anarquistas comenzó a realizar pintas y a dañar comercios en la calle 5 de mayo, en el Centro Histórico.
El grupo de cerca de 100 manifestantes comenzó por realizar pintas en 5 de Mayo e Isabel la Católica. Metros adelante, en el cruce con Palma, rompieron con piedras y martillos los cristales de un banco.
El contingente arribó al Zócalo capitalino, donde se esperaba la realización de un mitin.
Durante la marcha que partió del Monumento a la Revolución fueron cerrados varios comercios para evitar que éstos fueran saqueados o destrozados.
Ante la situación, se implementó un dispositivo de seguridad por parte del Gobierno del Distrito Federal con personas vestidas de civil, quienes vigilaron y tomaron fotos a los manifestantes.