Cierre. La Camerata de Coahuila realizó su último concierto bajo la dirección de Ramón Shade y la soprano Tatiana Marouchtchak.
Un cierre entre el drama y la fantasía. Con la natural carga dramática que Beethoven le imprimió a la obra de Goethe, Egmont, la Camerata de Coahuila inició su último concierto de la Temporada 2013, bajo la dirección del maestro Ramón Shade y la bien lograda voz de la soprano Tatiana Marouchtchak, anoche en el Teatro Nazas.
Para su programa navideño, y con el que la orquesta coahuilense además le dijo adiós a una temporada de grandes invitados y memorables conciertos, el invitado fue el genio de Bonn. Un compositor al que Camerata conoce muy bien y del que escogió tres imponentes obras.
En las nueve piezas de la obra, un diálogo permanente entre alientos y cuerdas, con una acertada participación de la soprano invitada.
Después del intermedio el escenario del Nazas fue saturado por un enorme coro de casi cien voces laguneras, quienes interpretaron los poemas de "Mar en calma y próspero viaje", obra también dedicada por Beethoven, al escritor alemán, autor de los textos.
Gran pianista de casa. La fantasía coral inició con las manos de Mariana Chabukiani en el piano, 26 compases tocados con elegante maestría por la pianista de Camerata, quien se llevó la noche. Además en los cellos y los contrabajos, la flauta de Juan Manuel Rosales también se lució anoche en el cierre de temporada de la orquesta.
Los tres coros invitados cumplieron, un cierre aplaudido y acertado que despidió un 2013 de grandes logros.
